sábado, 19 de julio de 2014

LA ÚLTIMA LANZA, EL ÚLTIMO MAUSER...



Cuando allá por el año 2004, el comandante Ruiz Migens y quien esto escribe nos pusimos a diseñar un escudo para la recién creada Hermandad de Veteranos de los Grupos de Regulares de Melilla, coincidimos en apenas un par de charlas en que dicho escudo debería estar coronado por la bandera de Melilla con su propio escudo; que el campo estaría dividido en dos partes, verde y roja representando los colores de las fajas de los Grupos 5 y 2; que en la parte superior del campo iría la palabra “VETERANOS” grabada a fuego; y, sobre todo, que en medio del campo iría el primer escudo de las Fuerzas Regulares: el creciente lunar cruzado por dos fusiles Mauser y dos lanzas de caballería, en recuerdo de todos los infantes y jinetes que en los Regulares sirvieron a la Patria.



Hace unos días, apenas superada la fecha mítica del 30 de junio, en la que los Regulares de ayer, de hoy y de siempre alcanzamos el Iº Centenario de nuestra fundación, sentimos con emoción contenida las desgraciadas noticias del fallecimiento de dos compañeros entrañables: Manuel de Casas Martínez, “la última lanza” y Ali Bouyemaa Ali, “el último Mauser”.

Manolo de Casas, figura internacionalmente reconocida como árbitro de boxeo y hombre de inquietudes creativas donde los hubiera, había ingresado en 1954 en los escuadrones de Caballería de los Regulares de Nador y años después, cuando Regulares se convirtió exclusivamente en una unidad de Infantería, pasaría a incorporarse como casi todos los jinetes de Regulares, al Rgto. Caballería Alcántara. La primera vez que Manolo asistió a una reunión de la Hermandad -su Hermandad- ya demostró que el creciente lunar con las lanzas y los fusiles cruzados había permanecido en su corazón grabado y guardado como un tesoro. Nunca olvidaremos sus palabras de presentación: “...soy de los últimos Regulares de Caballería...”. Figura entusiasta y comprometida con sus veteranos Regulares participó en casi todas las actividades, formaciones, desfiles, viajes, ….dejando siempre patente su enorme cariño por sus Regulares y su compromiso plasmado tantas veces besando la Bandera. Tampoco olvidaremos su especial manera de portar el tarbush, tan típica de aquellos jinetes de la Caballería de Regulares que asombraban a propios y extraños por su valor, arrojo y marcialidad. Tras una larga enfermedad nos dejó en el mes de julio: el hombre se fue, el Regular, como dice uno de nuestros himnos, permanecerá en la historia que hemos de guardar.

Alí Buyemaa Ali, era de esos hombres que con una sencilla mirada silenciosa ya te expresaba todo un mundo de sinceridad y ganas de servir a los demás. Se había incorporado en los años cuarenta -amañando su fecha de nacimiento pues era casi un adolescente- a los Regulares y en ellos permaneció hasta la edad de retiro. ….Hecho que no le impidió jamás seguir sintiéndose un Regular de filas dispuesto a pasar lista de presente en el momento que así se lo demandarán. Y todo ello, a pesar de que los gobiernos de España se habían olvidado de cuantos como él besaron nuestra Bandera comprometiéndose con ella hasta la última gota de su sangre manteniéndoles una ridícula pensión. “Hach Bilu”, como cariñosamente le llamábamos todos, tenía el privilegio de formar con la chilaba blanca al ser el último de aquellos Regulares Indígenas..... y había que estar a su lado y mirarlo a la cara para comprobar, como a pesar de todos sus achaques y sus muchos años, levantaba la mano con energía y orgullo al primer tiempo de saludo al ver pasar la Bandera -su Bandera- la más laureada, la más querida.... Un día de antes del comienzo del sagrado mes del Ramadán, su cuerpo nos dejó para ir a reunirse con el Todopoderoso, ….su ejemplo de leales no nos abandonará jamás.

Para nosotros, Regulares veteranos, fue un privilegio formar a su lado, estar con ellos, intentar ser como ellos.....Para vosotros, Regulares de hoy, deben ser un ejemplo de moral y ética militar y ciudadana.
Cualquiera de estas tardes, justo cuando se rompa el ayuno del mes sagrado del Ramadán y el cornetín de la base Alfonso XIII toque oración, seguro que si miramos al horizonte allá por el Zoco el Had, donde el sol se pone para los mortales, podremos a nada que miremos bien ver juntas dos figuras con el uniforme garbanzo, el sulhan y el alkidel de las grandes ocasiones : una a caballo con la lanza y la otra con el Mauser colgado dirigiéndose en paz hacia la Luz que el Misericordioso les tiene sin duda reservada.

Melilla, julio de 2013



jueves, 17 de julio de 2014

VIRGEN MARINERA..

Julio de 2014, si hay un día grande a lo largo del año para la gente de la mar ese es hoy, el día de la Virgen del Carmen.......

Y este día, lo primero que se me viene a la memoria es aquella llamada telefónica, puntual con la fecha, siguiendo la tradición heredada de mi abuela Vicenta, con la que mi madre me felicitaba por mi onomástica :

“..al amanecer el día,
paseando por mi cuarto,
se me vino a la memoria
que era el día de tu santo...”


Hoy, no he recibido esa llamada, mi madre ya no puede hacerla..... y, sin embargo, yo espero, que su cara tenga, esté donde esté, una sonrisa de lado a lado cuando haya comprobado que su hijo Carmelo ha recibido un moderno Whatsapp en el que mi hermano me transmitía este mismo mensaje “....de parte de tu madre...” manteniendo sus deseos más preciados, respetando su memoria y todo lo que ella y mi padre nos enseñaron.

A sus hijos, nos queda la memoria. Esa que en los actuales planes educativos se rechaza y se desprecia como si sin memoria algo en la vida tuviera sentido. Memoria que comprobamos los efectos devastadores que produce su ausencia cuando tenemos algún familiar con Alzheimer.. Memoria de lo bueno para seguir adelante y de lo malo, para no repetirlo jamás y aprender de nuestros errores. Porque, además, memorias hay muchas....

Yo, hoy, me quedo con la “memoria familiar”. Si, ya sé que ninguno de mis amigos neurólogos, psiquiatras o psicólogos avalarán la existencia de esta “memoria” pero ello no quita que para mí y para muchos de mis familiares sea importantísima.... Como seguramente, para Vd. y los suyos lo es también, amable lector. Porque es en esa memoria donde hemos escrito lo más singular e interesante de nuestras vidas, de nuestros sentimientos, de nuestras emociones,... Y aunque cada uno tenga la suya propia, muchas de ellas, sobre todo en una sociedad tan endógena como la melillense, se entrelazarán y coincidirán en espacios, tiempos,...

Y gracias a esa memoria, tal día como hoy, día de la Virgen del Carmen, uno recuerda que acompañaba a sus padres a algún lugar de la costa melillense para arrojar unas flores en memoria de mi tío Carmelo que un día se lo llevó el Mediterráneo para siempre... Y recuerda aquellas fiestas de los pescadores con sus “vacas” y traiñas engalanadas con papelillos de colores, en un puerto de Melilla tan diferente al de hoy, un puerto abierto a la ciudad, por donde los ciudadanos transitaban, paseaban, comerciaban, compraban, charlaban, .. o se sentaban en un noray simplemente para pescar, o mirar al mar tras el que le esperaban su familia cuando terminara la mili, o preguntarse de qué países lejanos vendría aquel barco atracado en el Cargadero,... Se vivían por entonces tiempos difíciles en los que se tuvieron que soportar crisis y más crisis de las que parecía nunca íbamos a salir....y el puerto fue para esta Ciudad, que siempre mira al norte, un horizonte de esperanza. Tampoco se me olvidan las caras y las manos de aquellos pescadores, duras, firmes, con la sal incrustada en sus arrugas,... con un habla donde se adivinaban orígenes almerienses, cartageneros, alicantinos, .....y un saber vivir -o sobrevivir- que habían aprendido a base de vientos, olas y temporales.

Y recuerdo aquella Grúa Flotante de 80 Tm en la que mi padre, Manolo, trabajaba como maquinista naval a las órdenes del primer maquinista, Don Emilio Calabuig, el “Tío Emilio” al que siempre admiró como profesional y como persona. Recuerdo también al “Mudo” que sabía de pronósticos del tiempo mucho más que la actual AEMET con todos sus satélites y ordenadores; a Paquillo “El Faratabaile” lleno de alegría y con una broma o un chiste siempre a mano; a Sorroche, un auténtico lobo de mar que terminó siendo uno de los últimos, sino el último, farero de Chafarinas, famoso también por sus arroces “a banda”; a Diego “El Gitano” un hombre prudente y callado, muy delgado, trabajador incansable; al “Pintarroja” apodado así por su pelo y piel enrojecidos; a Tomé, que no le gustaba nada que le llamaran “individuo” porque lo entendía como una falta de respeto. Como no, a sus capitanes, Don Carmelo y posteriormente, Don Damián “El Catalán” profesionales prudentes y sabios como obligaban los tiempos .... Tantos hombres, gigantes en mi memoria, que con la ayuda de aquella portentosa Grúa y de la Virgen del Carmen construyeron nuestro puerto, lo reconstruyeron y lo volvieron a construir poniéndolo a salvo de aquellos terribles temporales de Levante.

También recuerdo a mi madre, Maruja, con la preocupación en su cara, azotada por la lluvia y el viento de Levante, salpicada por el agua del mar, intentando pasarle mediante una polea aquel portaviandas de porcelana a mi padre embarcado en la Grúa, era Nochebuena. Apoyada en uno de los pilares de aquel arco en cuya parte superior un letrero decía “Embarcadero Público”, la recuerdo con sus miedos, sus rezos y promesas, a la Virgen del Carmen, rogándole que ninguna de aquellas terribles olas se llevase a su Manolo, ni a su Grúa....Tantas Marujas y tantos Manolos a los que la Virgen debía escuchar y proteger tomando como referencia ese puerto de Melilla. 



Ese mismo puerto que hoy nos quieren robar...., que ya nos lo han robado quienes ni son de aquí, ni sienten la mar, ni el puerto, ni jamás sentirán esta Ciudad más allá de sus propios egoísmos...Todo con nuestro cobarde consentimiento y nuestra mirada ausente.

Que la Virgen marinera, la Virgen del Carmen, nos proteja de los temporales del mar y, sobre todo, de los temporales de la vida. 




miércoles, 16 de julio de 2014

MI TÍO CARMELO EN EL RECUERDO...


El dar nombre a una persona no es cuestión baladí. El nombre acompaña a lo largo de una vida, representa, significa, define y dice de nosotros ….. Las razones por las que decidimos elegir tal o cual nombre para el neonato suelen ser de lo más variopintas....

En mi caso, casi fue obligado. La desaparición en un naufragio de mi tio Carmelo Millán López unos pocos años antes de mi venida al mundo, era un referente que ninguna familia de aquellos tiempos podía obviar …. Y así en la pila de la iglesia del Sagrado Corazón me pusieron Carmelo, nombre que muchos años después, tras haberlo sufrido abnegadamente, me enteré que, entre otras cosas, significaba:

“..El que proviene de la viña de Dios...Es de una gran intelectualidad, es intenso en sus emociones, trata de ayudar a todos los que lo necesitan y requieren de él. Suele tomar decisiones ya que poseen una gran seguridad en sí mismo y en sus reflexiones. Tanto en el ámbito familiar como laboral mantiene una gran comunicación con todos los que lo rodean. Suele ser cariñoso y atento con la
persona que ama. Necesita que su pareja le demuestre constantemente
su lealtad y afecto.....”

Carmelo Fernández Millán




La desaparición en un naufragio de mi tío Carmelo, siempre ha estado rodeada de un halo enigmático y desconocido, acompañado del recuerdo del intenso y traumático dolor que supuso para toda la familia la pérdida de un ser tan querido. Tanto más, cuando fue el desencadenante de que mi abuela Juana quedase parapléjica y tuviese que ir el resto de sus días en silla de ruedas.....

Durante años, el misterio de aquel naufragio nos acompañó como uno de los tantos recuerdos importantes que cada familia posee en mayor o menor grado; sólo cuando surgía en alguna conversación, cuando aparecía alguno de los amigos que de mi tío habían sido, …. el tema se retomaba y los por qués surgían sin obtener respuestas y aumentando con el paso del tiempo la confusión.

No fue hasta el verano de 2011, cuando en una conversación con mi madre me pregunté cómo no habíamos hecho por saber algo más algo de aquel naufragio y le prometí que haría todo lo posible por encontrar información de lo que sucedió en aquellos nefastos días.

Lo que en principio me pareció relativamente razonable y accesible pronto me demostró que para nada iba a ser así. Para comenzar, los recuerdos familiares y los datos que me aportaron mi madre y mi tía eran cuanto menos poco fiables y en algún que otro caso contradictorios. Por ello, con unas pocas notas que más tarde se demostrarían inexactas decidí acudir a algunas razonables fuentes de información.....Ni me imaginaba lo difícl que iba a ser aquello: a nivel oficial nadie parecía saber nada de nada.

Consulté la Casa del Mar, la Comisaría del Puerto, la Comandancia de Marina, la Compañía de Mar, la Autoridad Portuaria, ….. todo ello abusando de amigos y conocidos que tenía en estas instituciones. Incluso llegue a consultar en conocidos de la Comandancia Militar de Melilla...apenas si obtuve algún dato ya sabido. Incluso me acerqué al monumento a los pescadores de Melilla, en la dársena portuaria, donde están en un viejo barco pesquero anotados todos los barcos de la flota pesquera de Melilla.....encontré varios Joven...pero ninguno Wenceslao...

Como suelen suceder estas cosas, el hilo del ovillo surgió de mano de esa buena gente que siempre está ahí pero que hay que encontrarla y de la casualidad.

La buena gente surgió de la Asociación Antiguos Residentes de Villa Sanjurjo ( hoy Alhucemas ) a cuyo presidente conocí en Melilla en una recepción militar. Ante mis requerimientos se tomó la molestia de escribir a todos sus asociados los cuales me proporcionaron dos fuentes valiosísimas: El libro Alhucemas en mi recuerdo de P. Rubio y S. Lacalle. (Marzo 1992) en el que se señala la tragedia del Joven Wenceslao. También me pusieron en contacto con D. José Miguel Tasende Souto, Capitán Marítimo de Melilla, quien a su vez buscó información en D. Jacinto López Tirado, gran experto, autor de un magnífico libro sobre La Flota Pesquera de Melilla en el siglo XX el cual me proporcinó una interesantísima información.

La casualidad surgió en el Google, escribiendo el nombre del barco. La hemeroteca de ABC resultó ser todo un tesoro.

Por último, no puedo olvidar el magnifico trabajo de investigación bibliotecaría y de consulta de hemerotecas ( fundamentalmente la de El Telegrama del Rif ) realizado por mi cuñada Pilar Serrano Peña sin la cual está modesta investigación familiar nunca hubiera alcanzado puerto.....

Melilla, madrugada del 16 de julio de 2012



Mi tío Carmelo lo tenía decidido de sobra: no quería permanecer en aquella Melilla, mísera, timorata, cuartelera, encerrada en su trágica historia y llena de prohibiciones y temores. Él quería un futuro y como tantos otros jóvenes de familias pobres de Melilla ese futuro quería encontrarlo en la mar.......

Tras el servicio militar -duro como lo era en aquella época y máxime para un joven podo dispuesto a obedecer órdenes- mi tío Carmelo decidió embarcarse en uno de aquellos barcos con bandera de otros lugares que hablaban de prosperidad y libertad. No eran pocos los mercantes -mineros y de transporte- que a raíz de la IIª Guerra Mundial acudían a Melilla para embarcar mineral del hierro procedente de las minas del Uixan o descargar productos para un norte de África tan necesitado de la llegada del siglo XX....Y muchos jóvenes melillenses veían su futuro en la estela que dejaban esos barcos cuando doblaban el puntal del faro del puerto......

Pero aquellos deseos no eran nada fáciles en aquella España llena de salvoconductos, autorizaciones, pólizas y, ¡vuelva Vd. mañana!. Había que hacerse con toda una documentación entre la que constaba un número de horas embarcado en barcos de menor calado,...pesqueros por ejemplo.

Desde el primer minuto mi abuela Juana tuvo reparos. Sabía que aquello significaba alejarse de su hijo....y aquella mujer barruntaba que no iba a ser para bien. Por eso aquella tarde escondió la manta, por eso le mintió a los pescadores que vinieron a buscarlo, ….., por eso sufriría ya el resto de su vida una paraplejia.

Carmelo Millán López solicitó embarcarse en el Joven Wenceslao, barco construido en la Playa del Quemado, Villa Sanjurjo ( hoy Alhucemas) por el maestro calafate de Melilla, conocido por “Vazquiña”, y aunque los barcos construidos allí se matriculaban en Melilla, éste no aparece inscrito en la matrícula de este puerto. Se dedicaba a la pesca de traíña (arte de cerco). Su mando se encomendó por la familia García Soler, armadores del pesquero, al patrón de pesca conocido por Antonio “el Roquetero”.

La fatídica tarde del 18 de febrero de 1952, mi tio Carmelo había salido a dar un paseo cuando un par de tripulantes del Joven Wenceslao se acercaron a avisarle de que esa noche podía embarcar. Mi abuela Juana los despachó con excusas y mentiras diciéndoles que ese día no iba a poder ser....pero la maldita casualidad hizo que los marineros se encontraran con mi tio justo al salir de casa. Mi abuela volvió a la carga mintiéndoles con que la manta -elemento esencial en aquella época- que tenía que llevar mi tio, estaba lavándose. Pero los marineros insistieron en que ellos podían prestarle una y mi tío Carmelo no podía dejar escapar aquella oportunidad....su última oportunidad.

Nunca he preguntado por aquella despedida, pero conociendo a los Millán como los conozco me imagino que fue, como sin duda se confirmaría después, trágica.

El Joven Wenceslao permaneció ese 18 de febrero de 1952 en Melilla para coger hielo, haciéndose a la mar con dirección al Cabo Quilates, desde allí partió a las 12 del día 19 con dirección a Málaga, o algún puerto de su costa, llevando en sus bodegas 15 Tm de sardinas. Debería haber llegado a puerto entre las dos o las tres de la madrugada del día 20..... pero no lo hizo. Según todos los indicios sobre esa hora desapareció probablemente abordado por otro barco de mayor envergadura. Así lo afirmaron marineros del Alma Negra otro pesquero que solía faenar junto al Joven Wenceslao1. El fuerte temporal que azotó aquellas costas en esos días se inició el día 20 al mediodía, es decir, cuando la embarcación ya debería haber llevado refugiada horas en el puerto.

No hubo indicios del Joven Wenceslao hasta el día 24 de febrero cuando en la escollera de La Faraona de Málaga apareció un trozo de unos 4 m de longitud de la amura de babor con parte de la inscripción del nombre y folio de matrícula. Más tarde, en el lugar denominado El Lago, entre Torre del Mar y Torrox, apareció el otro trozo de la cita amura con la obra muerta y viva y el resto de la inscripción. No habiendo dudas, al parecer dada la forma en que aparece cortada la amura, de que el Joven Wenceslao sufrió un abordaje.2 Días después apareció la buceta o bote auxiliar de la embarcación completamente intacta en las inmediaciones de Fuengirola.

El Joven Wenceslao, era -como hemos mencionado-propiedad del armador de Villa Sanjurjo Wenceslao García Soler ( su hijo y sus nietos tienen negocios hoy en Melilla ). Había sido construido dieciséis meses antes de su naufragio en la citada localidad por el carpintero de ribera melillense y maetro calafate Diego Fernández Fernández, apodado “Vasquiña”, quién siempre aseguró que la embarcación tenía las máximas condiciones de seguridad. Desplazaba 40 Tm y tenía 15'50 m de eslora y 2'50 m de puntal. Su arte de pesca tenía unos 500 m. Se le calculaba un valor en aquellos años de 600.000 pta. Todos los intentos que tenido con la familia García para que me proporcionasen alguna información ( alguna foto, la matrícula del barco,...) han sido, por razones que no alcanzo a explicarme, recibidos con inquietud y desconfianza y sólo acertaron a decirme que “..aquel naufragio.....les había costado muchos duros...”. Meses después una nieta se puso en contacto conmigo prometiéndome proporcionarme una amplia información, al día de la fecha aún la espero.

La tripulación del Joven Wenceslado aquellos días de febrero la componían José Vea Rodríguez ( patrón de cabotaje), Antonio Fuentes Martínez ( patrón de pesca), Francisco Pérez Asensio ( 1º motorista ), Domingo Fernández Torres (2º motorista ) y los marineros: José Mata Blanco, Francisco Aragonés Núñez, Francisco San Nicolás Aguado, Antonio Padial Mata, Mohamed El Hassan Ben Hamedi “El manco”, Hamete Amaruch y “El Jaleta”. En esta primera relación no aparecen los 17 hombres que se mencionarían posteriormente. Más adelante ya en prensa se incluyen los vecinos de Melilla Carmelo Millán López y Simón Benhamú Benhamú....En otra relación posterior también se incluiria a Buarfa Mohamed Hach,...¿quiénes eran el resto hasta completar los 17..?. Es más, alguna publicación escribe -entiendo que erróneamente- sobre 27 tripulantes....

La relación de barcos de pesca -y otros- relacionados con esta Ciudad o sus proximidades que se hundieron en aquellos años resulta sorprendente, basta consultar algunas de las obras mencionadas para leer sobre ello. Como causas se mencionan “los golpes de mar”, los temporales, el abordaje o ...causas desconocidas. Casi todas estos naufragios terminaban con la pérdida de la embarcación y -lo que es mucho peor- la desaparición de casi todos sus tripulantes. En rara ocasión aparecía o se encontraba el cadáver de alguno de aquellos desgraciados.

En la madrugada del 19 de febrero de 1952 el Joven Wenceslao se llevó al fondo del Mediterráneo 17 vidas, 17 historias, 17 tragedias familiares...Entre ellas la de mi tío Carmelo Millán López, que la Santísima Virgen del Carmen los haya acogido para siempre en su seno.







1Hubo algún marinero del Alma Negra que, tal vez guiado por la compasión o la imaginación, dijo a mi abuela que él había visto como un mercante de matrícula soviética había recogido a los náufragos. En aquellos tiempos que no se tenían relaciones con la URSS, mi abuela siempre tuvo la esperanza de que su hijo Carmelo viviese allí y algún día volviese a su casa. “...el vino va a correr por la cuesta de la calle Capitán Cossío...” solía decir.



2Curioso que sólo apareciera precisamente la identificación del barco, ¿casualidad?

martes, 15 de julio de 2014

CAIN Y CAIN



No me he equivocado en el título de este modesto artículo, tampoco es un error tipográfico y mucho menos es un error de lectura. Se trata de que tras haberme esforzado en buscar algún “Abel” entre la casta política española sólo he encontrado “caines” armados de quijadas....

Como aclaración, en mi búsqueda, he creído correcto incluir dentro de la “casta política” a estos sindicalistas de medio pelo subvencionado que no han dudado en gastarse al grito de “ ...¡ a las mariscadas !...” el dinero que el resto de la sociedad ponía en sus manos para los parados; también me ha parecido correcto incluir en ella a algunos jueces, fiscales,... que sin el menor rubor y por intereses bastardos apoyan por acción u omisión a alguno de los grupos de poder de la casta; por supuesto que incluyo a casi todos los medios de comunicación subvencionados y a sus periodistas -con o sin título- sin cuya ayuda la casta no sería lo que es; y por último, no quiero olvidarme de tanto y tanto paniaguado que con tal de alcanzar las migajas de un enchufe defienden al líder de turno y a su casta como si de su propia sangre se tratara. ¿Prueba de ello..? basta con ver y escuchar -aguantando las ganas de vomitar alguna de las tertulias que se organizan en televisiones o radios... Todos están de acuerdo en que el que gobierna haga lo que haga es una calamidad que hay que extirpar como sea …. para hacer ellos lo propio o peor aún; y los que gobiernan en creerse imprescindibles y coronados de una aureola de impunidad y autosuficiencia que les lleva a ningunear, ignorar y buscar por cualquier medio la destrucción del más modesto gesto de oposición o crítica constructiva.

No tenemos arreglo, venimos arrastrando siglos esta situación y la transición fue un espejismo en el que muchos creímos para llegar a la frustración que ahora sentimos. Ya en los años 70, Diaz Plaja, escribió un libro cuya lectura recomiendo: “El español y los siete pecados capitales” . En él se describían la ambición y soberbia que desde los celtíberos nos adorna y que por motivos tal vez genéticos se ve elevada a la máxima potencia en cuanto a uno le dan un cargo, carguillo o carguete.

Y dicho ésto, me niego en rotundo en creer que no se pueda cambiar esta desgraciada situación, es más yo diría que ahora estamos en un momento excepcional para que esta situación cambie de una vez para siempre. No creo haber estudiado ningún momento histórico en el que la sociedad mayoritariamente desprecie tanto a esa casta política... al completo. Es cierto que han habido otros momentos históricos de desprecio de la monarquía, la república y de unos contra otros.....pero ahora no, ahora somos mayoría los ciudadanos que nos ponemos frente a toda la casta política para decirles que estamos hartos de ellos, que no les pagamos para que alcancen el poder y hagan lo que sea para mantenerse en él, que no les damos un sillón para que se lo arrojen al contrario, que están para servirnos, para solucionarnos los problemas que tenemos o los que puedan surgir en el futuro, para hacer de ésta una sociedad próspera y no con una casta política despilfarradora y egoísta, para que se dejen la salud y se rebanen los sesos buscando -todos- soluciones, alternativas, opciones, … que sean eficaces, para que protejan a los más desfavorecidos y los saquen del agujero en el que los han metido, para que dediquen los mayores esfuerzos a educarnos, sanarnos y protegernos....Se me ocurren tantas cosas por hacer que me falta espacio para escribir.

En definitiva que necesitamos unos políticos, jueces, sindicalistas, periodistas, ….ciudadanos que dejen de ser “Cain” para ser, por siempre y para siempre “Abel”. ….Y mientras que “Cain” se atenga a las consecuencias.



lunes, 14 de julio de 2014

18 DE JULIO. SANTA MARINA.



En cierta ocasión, mi amigo Severiano Gil me dijo: “...somos hombres afortunados. Hemos sobrevivido a las consecuencias de una Guerra Civil, de una Guerra Mundial, de una Guerra Fría, hemos contemplado el fin de ideologías y la caída de muros que llegamos a considerar eternos, el fin de un milenio y de un siglo, el principio de otros,...¿cuántas generaciones han podido vivir años tan apasionantes...?...” Palabras que, con el paso del tiempo, han ido adquiriendo su valor a nada que las he recordado o reflexionado sobre ellas.

Hoy, 18 de julio de 2013, quisiera referirme a uno de los párrafos de aquellas acertadas palabras: la referente a las consecuencias de la Guerra Civil. Un servidor confiesa, sin pudor alguno e incluso con cierto orgullo, que nació en 1956. No sé si existirán recuerdos genéticos pero si los hay tengo arraigadas escenas de aquella maldita Guerra Civil. Y si no nací con estos recuerdos, bien pronto mis abuelos, mis padres, mis tíos,... se encargaron de que conociera el horror, la miseria, el hambre, el remordimiento,... y tantos sentimientos dolorosos a los que da lugar una guerra, máxime si es una guerra entre compatriotas cuando no entre familias. Viví las consecuencias de aquella guerra y de ello, si tengo que escoger un sentimiento, sólo me queda el miedo. Miedo a con quién hablaba, cómo le hablaba o de qué hablaba; miedo a qué leía, miedo a qué escuchaba; miedo a cómo vestía; … miedo a no alterar el orden, miedo a los uniformes...... ; miedo al pecado que, por cierto, lo era casi todo.

Después vino la ilusión y la esperanza... de hacer una España mejor, donde cupiéramos todos los españoles con respeto, tolerancia, libertad y afán común de compartir y construir.... Una España sin miedo a hablar, escuchar, leer, vestir y que cuando uno viera un uniforme sintiera la seguridad de saber que bajo él siempre había una persona dispuesto a ayudarte o protegerte. Y a fe que creí lo habíamos conseguido....

Y con ello, me di cuenta que a la Guerra Civil no nos habían llevado las derechas o las izquierdas, nos habían llevado las intransigencias, las vehemencias, las violencias, las intolerancias, el odio, el desprecio,.... de unos por otros y de los otros por los unos. La lectura ponderada y objetiva de los acontecimientos me llevaron a la conclusión de que la IIª República había sido uno de los fracasos más frustrantes de nuestra Historia – y mira que hemos tenido fracasos- y que si contra ella se levantaron unos militares y políticos totalitarios de derechas fue porque no les dio tiempo -o previamente habían fracasado -recuérdese Octubre del 34- a los militares y políticos totalitarios de izquierdas. También llegué a la conclusión personal que la horrible posguerra con sus terribles represiones hubiese sido igual con la república que con el superlativo general.

Y henos aquí, 77 años después, con una crisis galopante y una casta política que se caracteriza a nada que se investigue por sus ambiciones, su latrocinio, su soberbia, cuando no su estupidez o imbecilidad y su total ineficacia para dar solución a nuestros problemas llegando a constituir, tal vez en si misma, el más importante; que en vez de ofrecernos soluciones propias del y para el siglo XXI, echándole imaginación, creatividad, generosidad… virtudes que a los españoles nos sobran a raudales y que ponemos en marcha cuando nos unimos en cualquier proyecto; no se les ocurre otra solución que volver a sacar la bandera tricolor, uno de los errores más visibles de aquella IIª República y que además es estéticamente de una desarmonización de colores evidente. Bandera que simboliza junto con la bandera del águila todo aquello que nos llevó a enfrentarnos entre compatriotas.

No puedo dejar de sorprenderme a estas alturas, con lo visto, escuchado, leído,... que haya mocitos y no tan mocitos que defiendan con anhelo el régimen del General Franco, o a otros tales que se confiesen sin pudor alguno comunistas, … dejo para la consulta psiquiátrica el tema de los nacionalistas .

Y es por eso que quiero hacer una reflexión y un ruego: llevo 57 años oyendo hablar más del pasado que del presente o del futuro. Para mis hijos y mis alumnos, la Guerra Civil es sólo una unidad didáctica que estudiaron o han de estudiar. Ellos, mis hijos, mis posibles nietos, mis alumnos de 11 años,.. no se merecen estar repitiendo los errores de nuestra historia una y otra vez.

Y por cierto, no saben lo orgullosos que están de su camiseta roja y su bandera rojigualda desde que España triunfa en tantos deportes o ven como nuestros soldados la llevan en misiones internacionales. Se lo debemos a ellos..... y a mi hija Marina, una belleza rubia de ojos azules y 25 primaveras, ilusionada con su título de psicóloga conseguido hace apenas un año, para la que el 18 de julio es, sólo y exclusivamente, el día de su santo.

Julio de 2013









sábado, 12 de julio de 2014

NO AL ANNUALISMO.

La lealtad vence al pesimismo;
la solidaridad puede con las indiferencias,
y la resistencia domina a la capitulación”



Pronto hará cinco años que el historiador Juan Pando publicaba en la prensa local un interesantísimo artículo bajo el título de “Melilla, sobre el suelo de la Historia”. Dicho artículo hacía de colofón a la presentación que en nuestra Ciudad se había hecho de su obra “Historia Secreta de Annual” que dicho sea de paso es para muchos eruditos una de las mejores sobre el tema sino la mejor... Exponía el autor en el mencionado artículo una curiosa teoría sobre lo que él denominaba “el annualismo” que según sus propias palabras consistía en “..el pánico a todo compromiso, el rechazo a toda estrategia de previsión, el desprecio constante al consejo de los mejor preparados, la corrupción con nombres y apellidos, el estúpido olvido de los avisos nacionales, el amiguismo y escapismo en los mandos y el borreguismo en los subordinados, la falta de iniciativa y ejemplaridad a lo largo de toda la cadena institucional..” .
Sin duda, cualquier lector interesado de este recién estrenado 2014 no quedará impasible o impávido ante estas palabras, porque salvando todas las distancias ¿no hay momentos en que podíamos pensar que ese “annualismo” sigue presente en nuestra actual sociedad...?¿no nos llevan a las mismas situaciones la soberbia y corrupción de la casta política y sindical, los irredentos separatismos, la desidia ciudadana, la falta de respeto por la opinión contraria considerada siempre como enemiga y como tal despreciada, el uso bastardo e interesado de poderosos medios de comunicación, la injusticia con que se tratan personas y circunstancias, la ambición de determinados -demasiados- grupos de poder,...?.




Tampoco debemos ni podemos olvidar que aquella larguísima crisis de “el annualismo” del siglo XX culminó en 1936 con las consecuencias que todos conocemos o deberíamos conocer. ¿Qué pasará, pues, con este “annualismo” del siglo XXI...estaremos condenados a repetir nuestras maldiciones históricas siendo incapaces de superar nuestros errores....?

Pues dicho con la voz más fuerte que desde nuestras gargantas pueda salir, NO. Somos muchos los que nos negamos rotundamente a creer en ello. Sabemos que podemos y debemos ahora, hoy, ya, más que nunca pisotear ese “anualismo” que nos persigue. Aunque sólo sea por nuestros hijos y nuestros nietos, los de nuestros amigos, vecinos, ...compatriotas, que no se merecen heredar una España enferma de “annualismo”. Y porque además, jamás en nuestra Historia han coincidido unas generaciones mejor preparadas y formadas, llena de individuos dotados de las mejores cualidades para hacer de la nuestra una sociedad infinitamente mejor. Sólo hay que darles la oportunidad, animarles, ayudarles con nuestra participación y compromiso apasionado, otorgarles lo que nunca debíamos haber dado a una pandilla de inútiles ambiciosos sin más competencia que el afán por el poder. Pero esta vez, para vencer en nuestro “Annual” hemos de hacerlo entre todos, no puede faltar ni uno de los que de verdad quieren y sienten a España....mucho más allá de una selección de fútbol.... Tenemos la obligación de hacer una patria llena de ciudadanos honrados, libres e inteligentes como única manera de vencer aquel “annualismo” por siempre y para siempre.

Para que como decía Juan Pando al final de aquel artículo “...nunca más permitir que aflore ese mal..”


Enero 2014



CARTA DE UN HUÉRFANO.


Esto que ahora empiezo a teclear en mi ordenador no es parecido a nada de lo que he escrito hasta ahora. No lo es ...porque su destino no es la mente ni el pensamiento del amable lector, es el corazón. Ese corazón que en los tiempos que corren sólo recordamos poseer cuando alguna patología nos avisa que lo tenemos ahí y nos hace comprender el mal uso que hemos hecho de él.... y no me refiero al aspecto puramente fisiológico.

Canta, con una increíble voz ,Pastora Soler en una estrofa de una maravillosa canción:

“..Tenemos la mala costumbre de querer a medias
de no mostrar lo que sentimos a los que están cerca,
tenemos la mala costumbre de echar en falta lo que amamos,...”

Y cuando uno la escucha hasta es posible sentir que ese corazón del que hablábamos antes tiene muchas más funciones que las de bombear la sangre para que alcance hasta el último rincón de nuestro cuerpo... Que junto con esa sangre también van sensaciones, emociones, sentimientos, …. que nunca deberíamos perder ….pero que los estamos perdiendo.

Y lo estamos haciendo porque ya desde pequeños esta sociedad decadente que nos ha tocado vivir sólo muestra como modelo lo peor de nosotros, ofreciéndolo a nuestros niños y jóvenes como el único camino para “triunfar en lo que se supone sería una vida perfecta” y olvidándonos de todo lo que no signifique “poder, dinero, ambición,..”. Esto es lo que día a día se infiere de los medios de comunicación, de las escasas conversaciones familiares, de las charlas entre amigos, …, de los “whatpsaps” y los “twitter” que cada día nos deshumanizan más y más.

Desde mi experiencia como maestro podría poner centenares de ejemplos de como tantos días compruebo el daño que se está haciendo a esos niños en una edad tan maleable, niños cuyos intereses y deseos más importantes sólo buscan el último modelo de móvil o de vídeoconsola, cuando ves a chicas de apenas once años que lloran con rabia y sin consuelo porque sus padres no le compran el último no sé qué de One Directions...., cuando sientes la frustración de comprobar que a tus alumnos por muy “pedagógicodidacticointeractivo...” que se lo pongas no quieren saber nada de literatura, poesía, arte,…. conocimientos, … y sus padres sólo quieren saber que “aprueban” por encima de todo..... ¿Qué estamos haciendo...?

Y vuelvo a “La mala costumbre” de Pastora Soler:

“....Tenemos la mala costumbre de perder el tiempo,
buscando tantas metas falsas tantos falsos sueños,
tenemos la mala costumbre de no apreciar lo que en verdad importa,
y sólo entonces te das cuenta de cuántas cosas hay que sobran..”


El que esto escribe, tuvo la desgracia de perder hace apenas unos meses, en un cortísimo intervalo, a su padre y su madre. Durante algo más de año y medio, mi familia sufrió idas, venidas, noches, días, tardes, ...de ese Hospital Comarcal de nuestros dolores. Sufrió tener que desplazarse a un hospital de Málaga y permanecer allí -con todo lo que ello conlleva- durante semanas. Sufrió las muchas faltas y déficits de esta sanidad melillense …. y quién sabe si hasta sufrió de alguna que otra incompetencia... Hasta que llegaron los fatales momentos. Entonces sentimos el calor de una familia que se unió más que nunca siguiendo los deseos de nuestros padres y los valores que nos habían inculcado ellos y nuestros maestros desde niños; sentimos el cariño de nuestros amigos que estuvieron con nosotros y nos consolaron; sentimos el respeto de muchos compañeros que de alguna forma quisieron también estar a nuestro lado...Y en esos días cuando el dolor ahogaba nuestros corazones entre las muchas cosas que se piensan es ¿y por qué tenemos que esperar a estos momentos para sentir esa proximidad, ese cariño, esa unión, ese respeto...? ¿tan difícil es hacerlo día a día …? ¿tanto nos cuesta valorar y hacer lo que de verdad importa...?

Y es ahora, cuando añoras aquel beso que debiste dar, aquel abrazo que no diste porque tenías prisa, aquella discusión que tuviste por una estupidez, aquella conversación que no quisiste tener porque “habías quedado”, aquellos reproches o malas palabras, todo aquello que no hiciste o hiciste ….y que ahora darías lo que te queda de vida por poder hacer o borrar....Y te das cuenta de la enorme estafa en que estamos convirtiendo nuestras vidas para provecho de unos pocos miserables que se han apoderado de nuestros sentimientos y hasta de nuestros sueños más preciados para borrarlos, distorsionarlos, sustituirlos,.. por lo que a ellos conviene. Y te das cuenta cuando ya eres huérfano ….

Pero no nos han borrado, todavía, la memoria -están en ello- y mientras ésta nos traiga recuerdos no podemos ni debemos olvidar que somos personas, que sentimos, queremos, amamos, soñamos, deseamos, …, compartimos, sufrimos,.... y somos capaces de hacerlo por un mundo mucho mejor aunque ya no sea para nosotros y aunque en mi humana conciencia resuene esa estrofa de Fito y Fitipaldis:

“....quisiera haber querido
lo que no he sabido querer...”



REGULARES ANTIGUOS: ...¡¡ A VANGUARDIA !!


Hubo un tiempo en la milicia, cuando los hombres se medían más por su valor, arrojo y sentido de la lealtad que por las armas que disponían; en el que la expresión “soldado antiguo” adquiría una decisiva categoría, ….sobre todo en los momentos más decisivos y arriesgados del combate. Así lo vimos en la emocionante escena final de la película de Agustín Díaz, El Capitán Alatriste, basada en las documentadas novelas de Pérez Reverte, cuando el protagonista da la orden correspondiente:

¡¡Soldados antiguos.....a vanguardia!!

Sin la menor duda, y en relación a esto último, también podríamos citar aquellos hermosos versos de D. Pedro Calderón de la Barca, al que gustaba proclamarse soldado de la Infantería española:

Y así, de modestia llenos,
a los más viejos verás,
tratando de ser lo más,
y de parecer lo menos,....



El por qué, a estas alturas, uno rememora y se siente orgulloso de haber pertenecido, en el caso que nos ocupa, a las Fuerzas Regulares de Melilla no es algo que tenga fácil explicación. El que muchos sigamos sintiendo en nuestra vida diaria, estemos donde estemos, que allí sigue con nosotros el uniforme garbanzo y el creciente lunar con los fusiles cruzados; el sentir que aquellos hombres -y mujeres- que ahora forman con el tarbush y el sulhan son “...de los nuestros...” y, sobre todo, no puede evitar emocionarse cuando casi sin darse cuenta adopta una respetuosa posición de firmes al ver su Bandera llena de corbatas en cualquier acto o evento, …¿Cómo explicamos esto...? Tal vez nos sirva para ello la letra de nuestro himno cuando en una de sus estrofas dice que el soldado Regular es “...ejemplo de leales...” y la lealtad para serlo es un sentimiento que debe acompañarnos durante toda la vida.....; o tal vez fueran tantas horas mirando al Gurugú; tal vez aquellos atardeceres cuando se arriaba bandera y se daba el toque de oración mirando al Zoco el Had;....tal vez.

Tal vez por ello, una mañana del mes de abril de 2004 en el despacho del entonces coronel Jefe del Grupo de Regulares de Melilla nº 52, D. Juan Vicente Elices, comenzó a gestarse la Hermandad de Veteranos de los Grupos de Regulares de Melilla; tal vez por ello, teniendo como testigos a nuestras queridas Banderas y las fotos de todos de nuestros coroneles, nos reunimos en la Sala de Banderas de aquel entrañable acuartelamiento Santiago un pequeño pero entusiasta grupo de veteranos Regulares creando una junta gestora presidida por D. Luis Moreno; tal vez por ello el jueves 20 de mayo de 2004 celebramos una asamblea constituyente, aprobamos los Estatutos y elegimos una primera junta directiva presidida por nuestro querido coronel D. José Muñoz Casco cuyo recuerdo emocionado nos llena los ojos de lágrimas y entrecorta nuestras palabras aun a sabiendas que desde el cielo nos estará mirando con esa sonrisa tan particular mientras se fuma uno de sus preciados puros. En aquella asamblea estuvimos arropados por el Gral. Rodríguez y varios coroneles que avivaron aquella llama Regular que habíamos guardado en nuestros corazones como un tesoro..... y otro vez al toque de oración nos pusimos en pié, firmes, mirando al Zoco el Had...... .


Desde aquellos días hasta ahora, presididos por nuestro coronel D. Luis Segura, hemos buscado en todo momento nuestro fin primordial que es mantener el espíritu Regular, la camaradería y el compañerismo que aprendimos en los Grupos de Regulares y la relación con los actuales Regulares, haciendo acto de presencia en cuantos actos han querido contar con nosotros. Hemos realizado muchas actividades: menos de los que hubieramos querido, más de las que hubieramos soñado... Pero si se nos permite un pequeño egoismo, y sin olvidarnos de las visitas a Guadalupe o de nuestras participaciones en los desfiles de la Fiesta Nacional, de las DIFAS o en los “Día Nacional del Veterano” o de aquel entrañable Iº encuentro de Veteranos Regulares de Melilla o de las visitas a la Hermandad de Ceuta; nos gustaría resaltar esas formaciones con el GRM 52, especialmente esos “Viernes Regular” que organizaron para nosotros en las que los coroneles del GRM 52, siempre tan atentos, cordiales y generosos con estos Regulares antiguos, invitaron a nuestros presidentes de la Hermandad a que presidieran el acto con ellos; también aquella Patrona en las que los coroneles Muñoz Casco y Segura hicieron la ofrenda de la corona. Formaciones en las que a pesar de los años y los achaques hemos aguantado y permanecido orgullosos en la misma posición de firmes, con la misma marcialidad, con que lo haciamos antaño mientras se pasaba revista, se rendían honores o se cantaban los himnos.

Este año, los Regulares de ayer, los de hoy, los de siempre ...cumplen 100 años. Cien años en los que siempre hemos querido servir a España en la vanguardia, cien años dispuestos a dar “..todo por la Patria..” en las montañas del Rif, en el cerro del Muriano, …., en Kósovo, en Afghanistan,..... allá donde los gobiernos de España nos han mandado... y nosotros hemos obedecido, siempre fieles; y todo ello a pesar de que muchas veces, como señalaba Calderón en los versos antes mencionados:

Aquí la más principal
hazaña es obedecer..


Cien años que vamos a celebrar de muchas formas, que vamos a tener el privilegio de ser recibidos por S. M. El Rey, nieto del que allá por el año 1911 reinaba cuando en el fuerte de La Purísima se fundaran las Fuerzas Regulares de Melilla....Fuerzas Regulares donde los Mohamed, Antonio, Hamed, Pepe, Hassan, Paco, …, Abraham, ...Bilal, ...Ángel, …..derramarían juntos su sangre fieles al juramento que hicieron a una Bandera, nuestra Bandera. Por ello también, por el recuerdo imperecedero por nuestros compañeros caídos “...por los que un día murieron con valentía y lealtad...”, estos Regulares antiguos formarán junto a los Regulares de ahora del GRM 52 el próximo 26 de marzo para renovar su juramento una vez más, llevando en nuestros corazones el emblema del creciente lunar con los fusiles cruzados, dispuestos hasta la última gota de nuestra sangre, a que a las órdenes del cornetín o a la voz de mando acudir allá donde España o Melilla nos reclame.

Cien años en los que todos y cada uno de los Regulares “...la Historia han de guardar...” y en la que cristianos, musulmanes y judios “..unidos a Dios por la fe..”, pedimos para los Regulares de ayer, para los de hoy, para los de mañana.... el Altísimo siempre sea la Luz que ilumine nuestros caminos.


SI FUÉRAMOS LIBRES...



En algunas ocasiones, cuando comprendo que mi interlocutor no va a entender jamás lo que hago, por qué lo hago o cómo lo hago, suelo recurrir a la socorrida expresión de:

-Verás, …es que soy del plan antiguo.

Si me solicita alguna aclaración le informo que ser del plan antiguo supone –cuanto menos- haber cumplido los 50 hace algunos años, saber disfrutar con las cosas más sencillas, ser cortés con las señoras, amable con los caballeros, aceptar mis responsabilidades plenamente, …. y pillar de vez en cuando un cabreo de aupa cuando nuestro Atleti del alma pierde en casa con el último de la Liga. Luego, ya más en serio, le cuento que un servidor por ser del plan antiguo, pasó su infancia bajo las muchas carencias de un régimen político oligárquico que nos llamaba y consideraba “súbditos” a la mayoría; que sufrió una adolescencia reprimida por unos valores morales, éticos (¿) y hasta religiosos poco acordes con los tiempos que corrían y que vivió una esperanzadora juventud en la creencia de poder construir una España más justa, y solidaria, con altos niveles de vida, de cultura, de educación, .., en la que basándonos en la comprensión y el respeto como norma principal de vida conviviríamos ciudadanos libres dueños de sus destinos. Y a fe que luché por ello……

Ya talludito, un servidor, comprendió que la mayoría de las ilusiones son eso: ilusiones, y que ”.. si la cabra tira al monte y las de Farhana al Gurugú..”, los políticos, sean del signo que sean, tienen en cuanto se apoltronan, una inasequible tendencia a cercenarnos las libertades. …He llegado a comprender –que no a compartir- que esto lo hagan los políticos “por defecto profesional” pero que el propio pueblo soberano lo acepte sin impedimento alguno es de las cosas que a estas alturas de mi vida ( dice un amigo que es la “segunda juventud y la primera vejez”) me preocupan …Y es que uno quisiera que sus hijos-as y nietos-as vivieran en la mejor de las Españas….como debiera ser.

Este verano, me he dedicado –una vez más- a releer a Ortega cuyas opiniones mantienen al día de hoy una vigencia y frescura que a veces nos hacen dudar si nuestras celtibéricas mentes han sido capaces de entrar en el siglo XXI o seguimos ahí gritando en “nuestro siglo XIX” ¡¡vivan las caenas!! en apoyo de aquel Borbón, de nombre Fernando, de recuerdo tan nefasto en la Historia de nuestra Patria.

Y es que pese a todo lo caminado –que dicho sea de paso, no ha sido poco- cuando examino el comportamiento de algunos amigos, vecinos, compatriotas, .. y hasta el mío propio me doy cuenta de lo poco libres que somos…o queremos ser. Y es que si fuéramos libres……..

Si fuéramos libres… no consentiríamos la prostitución mediática a que nos tienen sometidos determinados y poderosísimos medios de comunicación embruteciéndonos con chismes de bragueta mientras nos ningunean o tergiversan temas y opiniones de personas que verdaderamente importan a la sociedad.

Si fuéramos libres…no hablaríamos en voz alta y de forma vehemente de nuestros políticos en tertulias o barras de bar para luego esbozar la mejor de nuestras sonrisas y reverencias cuando nos cruzamos con el presidente, el delegado o el director provincial.

Si fuéramos libres…no criticaríamos ferozmente al jefe y al sindicato cuando no están delante para inmediatamente agachar la cabeza y decir “..no quiero líos..” cuando hay que dar la cara.

Si fuéramos libres…no consentiríamos que, con la que está cayendo, nuestro gobierno nacional dilapidase nuestros dineros como lo está haciendo o que nuestro gobierno local financiase “semanas náuticas” para unos amigos.

Si fuéramos libres…no dejaríamos pasar la oportunidad de la visita del ministro de Fomento y todos los melillenses nos concentraríamos y manifestaríamos para pedir unos transportes dignos y con precios accesibles.

Si fuéramos libres…los partidos políticos, …y hasta las asociaciones de vecinos, no serían órganos de intereses oscuros y de adoración al líder si no órganos de participación ciudadana que buscan lo mejor para el pueblo.

Si fuéramos libres…lo pensaríamos muy bien antes de echar la papeleta en las urnas sin habernos informado de forma objetiva y no votaríamos porque sí, “porque yo siempre voto al partido….”.

Si fuéramos libres…..que no lo somos….más que nada porque no lo queremos ser.

Agosto de 2009



SIN IRA.



El haber superado hace ya un añito la barrera de los 50 le proporciona a uno el inconveniente de no recordar dónde ha dejado algo hace unos instantes y el privilegio de tener muy claro en la memoria hechos que ocurrieron hace años. En relación a esto último, reclamo y agradezco, amable lector, su generosa atención.

Ejercía la otra tarde la profesión de padre-taxista con mi hija cuando en el CD del coche comenzó a sonar la canción “Libertad sin ira” del grupo Jarcha. Mi hija, una joven que acaba de terminar su primer año en la universidad, comenzó a tararear la canción comentándome lo bonita que era....... Confieso a nuestra policía local, solicitando su benevolencia, que durante unos instantes conduje el vehículo “con el piloto automático” pues mi mente, animada por la canción, retrocedió en el tiempo a cuando tenía yo, precisamente, la edad de mi hija y allí me ví con un spray de pintura roja en la mano frente a una pared como único medio libre de expresión. Me reconocí en aquellas aulas de La Normal donde los partidos florecían como rosas y claveles –rojos, por supuesto- y las ilusiones de construir una España mejor, libre, democrática, europea, social y culturalmente avanzada, donde todos cabíamos y no sobraba nadie.....llenaban y daban a nuestra vida un sentido diario de que podíamos y, sobre todo, debíamos contribuir a ello con todas nuestras fuerzas. Me tomé, otra vez, un café –de los de verdad, no descafeinado como ahora- en aquellas tertulias con mis amigos-as de entonces (que también conservo ahora ) mientras hablábamos y hablábamos durante horas como si en ello nos fuera la vida de cómo debía ser la España después de Franco....... Me escuché cantando con esperanza “Libertad sin ira” justo cuando regresé a la realidad y ¡ lo hacía junto a mi hija ¡....... juntos dos generaciones de españoles ....... en libertad...sin ira.

La sensación fue contradictoria: Por un lado miré a mi hija y ví esa nueva España que ha dejado de ser “bajita, morena y cejijunta” para ser “alta, rubia y con ojos claros”, comprendí cuan lejos nos estamos situando de nuestra juventud, de nuestro futuro, si seguimos retomando, sin sentido ya alguno para ellos, todo aquello que nos condujo a aquella maldita Guerra Civil que perdimos todos los españoles una y otra vez durante 40 años y que comenzamos - sólo comenzamos - a ganarla todos con la Transición. Mi hija, como tantas de su generación ya no tiene que verse con un spray de pintura ante una pared, ha nacido y vivido en Democracia; ella tiene hoy otros intereses otras inquietudes, a las que no estamos dando la respuesta adecuada; ella sólo sabe que “cara al sol” ha de ponerse bronceador y que “agrupémonos todos” debe ser los fines de semana para el “botijo” ;ella – ellas y ellos - lo que desean es formarse académica y profesionalmente de la mejor manera, disponer de muchas oportunidades para alcanzar la independencia económica, tener vivienda propia, conocer otros lugares, otros países, otras gentes, otras lenguas,...”vivir su vida con alegría y la fiesta en paz”, tal y como nos decía la gente de Jarcha allá por los 70. Por otro lado, me miré un pequeño instante por el espejo retrovisor y - amén de ver canas y mucho menos pelo – sentí que a mis ideas e ilusiones de entonces les había ocurrido como al café que tomo ahora: se habían “descafeinado” o peor aún ....muchos de los que ocupan o han ocupado los sillones del poder nos las habían “descafeinado” con sus mentiras, sus abusos, sus escándalos, sus “nazionalismos” liberticidas, su falta de generosidad, sus egoísmos, su soberbia o sus incompetencias..... y no es justo. Ni las generaciones de antes, ni las de ahora, ni las del mañana, se merecen a muchos de los “políticos” que con sus miserias y mezquindades nos amargaron nuestra Historia, nos amargan el presente y no les importa lo más mínimo amargarnos el futuro.....


Y ahora, ...¿ahora qué?,........ pues no hay por qué ser pesimistas nos queda el regeneracionismo, una vez más en la Historia de España nos queda el regeneracionismo, que unido a una buena dosis de patriotismo ( no del rancio si no del bueno, del sano, del sentirnos orgullosos de lo que somos, de lo que hemos hecho y, sobre todo, de lo que podemos hacer juntos ) más unas “grandes gotitas” de pragmatismo, de realismo con los tiempos que vivimos, mirando adelante, construyendo un futuro abierto, en paz, con respeto y convivencia, seguro y en libertad. Tal vez sea llegado el momento de que nuestros jóvenes cojan los “spray de pintura de todos los colores” y nos vuelvan a llenar de Democracia, Libertad y Solidaridad nuestros corazones. Ahora les toca a ellos cantar y gritar “Libertad” ....sin ira, tal vez como nunca se ha cantado en nuestra Historia.




Melilla, julio de 2007


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¡ MÁS Y MEJOR !


Casi sin escribirlo ya os estoy escuchando decir: ¡... anda que no eres exagerado...! Y quizás hasta tengáis razón, pero para mí ser profesor o maestro es la profesión más bonita e importante del mundo.......,sólo superada por la de padre o madre.

Durante estos treinta y tantos años de docencia me han pasado tantas cosas que tengo argumentos de sobra para confirmarlo. Y si no leed -como botón de muestra- un par de historias y luego a ver que me decís:

Hace unos años una alumna de 4º, Carmen, me dio toda una lección en un instante. Me acababan de avisar que habían ingresado a mi padre muy grave en el hospital con un infarto yhacía apenas unos meses que le habían hecho un cateterismo. Yo, salí corriendo esperando encontrarme con lo peor y cuando llegaba a la puerta del Colegio, Carmen me miró preocupada y me dijo:

-Maestro ..¿dónde vas tan corriendo?

-Voy al hospital que mi padre se ha puesto muy malito, hija -le dije.

-Pues por el camino ves pensando que se va a poner bueno y ya verás cuando llegues como está mejor.

La verdad es que iba demasiado preocupado como para prestarle atención pero cuando arrancaba el coche, casi sin quererlo, me pregunté qué por qué no le hacía caso y fui todo el camino pensando que no iba a ser nada grave. Cuando llegué al Hospital, el cardiólogo me informó que se trataba de una falsa alarma, propia de la intervención a la que había sido sometido recientemente, y que mi padre se encontraba perfectamente. Repito que Carmen era por entonces una alumna de 4º a la que yo solía gastar bromas en mis guardias de recreo porque era muy inquieta y nerviosa.... La alumna dio una lección al maestro. No fue la primera ni la última que he recibido pero si probablemente una de las más bonitas. Este curso, también mis niños me han dado unas cuantas......

Veamos otra: ¿sabéis cuántas veces cuando consigo -¡oh, milagro!- que trabajéis en silencio, mientras recorro con mi mirada vuestros rostros, se me viene a la mente que entre vosotros puede estar el futuro médico que cure las más graves enfermedades; el líder político que traiga más justicia, prosperidad y libertad; el poeta que nos emocione con sus rimas; el arquitecto que construya los más bellos edificios; el ingeniero que descubra la energía menos contaminante y barata; el bioquímico que encuentre la forma de obtener cosechas que acaben con el hambre y la miseria, ….., el bombero que salve vidas, …...o ¿por qué no? el futbolista que haga que mi Atleti vuelva a ser campeón; la cantante que nos haga vibrar con su música,...... y entonces -justo antes de que empecéis de nuevo a charlar y tenga que mandar sin éxito alguno a callar- pido al Dios de todos que, sobre todo, os haga saludables, felices y útiles a los demás.... y me doy cuenta que en realidad yo sólo soy un ayudante del Maestro, si ...ese que siempre se escribe con mayúsculas.

¿Alguien da más en una profesión...?

Y ahora se nos acaba un curso. Un curso que muchos pensarán que es “otro más” sin llegar nunca a comprender que trabajar con niños hace un momento diferente a otro porque las personas, afortunadamente, somos seres irrepetibles y diferentes unos de otros y aunque a lo largo del curso con algunas cosas me lo hayáis hecho dudar..., vosotros sois “mis” personas.

Y llega el mento de las notas, ese que tantas veces os he dicho me gusta tan poco....aunque sean buenas. Y es que plasmar el trabajo, los esfuerzos, las vivencias, las alegrías …, y hasta las tristezas, los fracasos,.... de un trimestre ( o más ) en una sola hoja de papel me parece tan injusto y tan poco significativo que siempre estoy buscando y proponiendo alternativas ...que “los jefes” nunca me aceptan.

Ahora, también es el momento de dar las gracias, que a mí desde pequeño me enseñaron que es de bien nacidos ser agradecidos: gracias a los padres y madres por haberme “regalado” a sus hijos unas horas durante nueve meses, gracias a todos los que me dieron su confianza, atención y colaboración para trabajar con aquello que más quieren, sus hijos; gracias a mis compañeros de equipo por darme su ayuda entusiasta, compartir inquietudes y no rendirse nunca pese a las muchas desilusiones y trabas; gracias a Vicky por curar las “pupitas” que tanto duelen; gracias a Valentín por ser un “todoterreno” sin el cual este Colegio no sería lo que es; y, sobre todo, gracias a mis alumnos, por darme los buenos días y sentarse a mi lado, por sus risas generosas con mis chistes malos, por ponerme la botella de agua en la mesa, por apagar el ordenador cuando a mí se me olvida, por recoger los papeles antes de irnos; por dejar las ventanas cerradas y las sillas sobre las mesas; por ir a hacer fotocopias o a traer el teléfono; por hacerme comprender que no podemos fallarles por muy mal que nos sintamos; por sus alegrías con los sobresalientes y por sus lágrimas cuando les he regañado o suspendido; por convertir un aula vacía en un mundo multicolor y lleno de sensaciones para vivir; por levantar la mano cuando les pregunto; por ayudar a los compañeros que lo necesitan haciendo una labor voluntaria de monitores de la que me siento orgullosísimo; por soportar estóicamente que a algún “compi”, sin querer, se le vaya la mano de vez en cuando y comprender con toda la paciencia del mundo lo que, tal vez, muchos adultos no son capaces; por hablarme y contarme sus cosillas que aunque a los mayores no nos parezcan importantes para ellos lo son y mucho;; gracias, gracias, gracias,....

Leía el otro día que los niños entran en la escuela pero que lo verdaderamente importante es que la escuela entre en los niños. En ese deseo podría resumir mi objetivo fundamental durante este curso y el próximo ....Y tengo la sensación de entre todos lo hemos conseguido ...y vamos a seguir en ello...

Sólo me resta desearos unas felices vacaciones y y que en el próximo curso sea MÁS Y MEJOR …..

¡¡¡Hasta septiembre!!!


UNA LÁGRIMA EN EL AULA.



Querido amigo Manolo:

Tras un invierno tan triste y gris como el que hemos tenido, me había levantado esta mañana con la agradable sensación que nos proporciona la primavera en Melilla … Pero esta vida imprevisible tiene mil razones para hacer que un día brillante y soleado se convierta en un día nublado y gris tirando a negro. Ha bastado simplemente una llamada telefónica de otro compañero para que el día pasase a ser una noche oscura....Y es que ya me lo decías tú “...eres de gasoil...”. y siempre me entero con retraso de todo......., incluso de tu muerte.

Tuve la inmensa suerte que aquel curso 82-83 me llevase al querido Colegio García Valiño donde sin saberlo iba a aprender más Magisterio que en todos los estudios universitarios que he hecho. Allí, junto a Gonzalo, Paco, Hiscio, Lolita, Paquita. Salvador, Juan o nuestro Eladio del alma, iba a tener yo los mejores referentes que tanto me iban a ayudar en todos estos años de docencia. Pero sin duda, amigo, fuiste tú quién con tus formas sencillas, tranquilas, cargadas siempre de razones y de lógica, repletas de una entereza moral que pocas personas tienen, la que dejó más huellas en mi vida personal y profesional.

Durante unos años compartí contigo docencia, ilusiones, proyectos, ganas de cambiar, de aprender, esperanzas de hacer un mundo mejor, educando y formando a los alumnos a los que tú siempre querías de una manera tan especial y a los que pretendiste darle una escuela que como siempre nos decías “..debía de ser ¡hasta divertida!...”. Por todo ello, sin duda, lo que más compartí fue Magisterio, el hacer de la tiza y la pizarra, de la relación con los alumnos un arte que contagiaba a tantos y beneficiaba a todos. Recuerdo aquellas palabras en las que me decías: “¿Sabes cuál es la diferencia entre un maestro y un profesor...? pues que al maestro el alumno se confunde a veces y le llama papá...”. Ni te imaginas cuantas veces he hecho uso de tus palabras, de tus anécdotas, de tus recursos; si no me equivoco el mismo día de tu muerte -y yo sin saberlo- recordaba en un curso ante unas maestras aquellas palabras que dijiste un día a un alumno de Cabrerizas: “…te puedo perdonar casi todo lo que has hecho, casi todo lo que haces, casi todo lo que puedas hacer. Lo que no voy a perdonarte nunca es que no aprendas a hablar correctamente el shelja. Es una responsabilidad que tienes con tus orígenes, con tus antepasados….y la más importante: con tus descendientes....”. Que más se puede decir de alguien que piensa así.

Compartí contigo algo tan importante como la amistad, amistad para siempre como hablamos algún día, amistad que no necesitaba estar en contacto continuo para renovarse o mantenerse. Y te admiré, admiré tu templanza en los momentos difíciles, el enorme cariño por todos tus hijos aunque nunca disimulases tu debilidad por tu hija, tu lealtad para con los amigos, tu sinceridad diciendo siempre de forma educada y respetuosa lo que pensabas, tu compromiso solidario para con quienes más lo necesitaban y, sobre todo, tu comprensión y tu enorme capacidad de dialogo.

Compartí también ilusiones de que aquella Transición nos llevase a una España más culta, educada y solidaria. Durante estos años en los que la palabra “político” se ha devaluado tanto, te he puesto como ejemplo de lo que debería ser un político sirviendo a un pueblo recordando tu paso como alcalde del malagueño pueblo de Ardales donde dicho sea de paso jamás han dejado de quererte y apreciarte.

Un día te fuiste a Málaga y puedo asegurarte que había preguntado por tí a tu hija y amigos no sé cuantas veces..... Me alegraba saber que, pese a los achaques, la “revisión de chapa y pintura” que te habían proporcionado los médicos te mantenía en condiciones de “pasar la ITV” ¡¡ como nos gustaba hablar con ironía de esta manera...!!

El lunes volveré al aula y aunque siempre fuimos innovadores - ¿recuerdas nuestros Spectrum..?- no voy a coger la novedosa pizarra electrónica y aunque de los ojos alguna lágrima se derrame, simplemente voy a escribir tu nombre con tiza en la pizarra: MANUEL DOMÍNGUEZ ONCINS, un Maestro que además de ser un enorme profesional nos dejó muchísimas pruebas de ser una gran persona.

Será una manera de que tu nombre esté donde siempre te gustó estar: en las aulas, con tus niños y niñas.


                                                                                                                                     Abril de 2010


EL AULA VACÍA. IN MEMORIAM...


Desde mi mesa de maestro miro el aula que aunque llena de alumnos a mí me parece vacía. Oigo los leves murmullos de mis niños que a mí me suenan como un gran silencio. Me acerco al ventanal y dirijo mi mirada hacia aquella querida Escuela Universitaria de Magisterio de los años 70......

Hace unos instantes me acaban de comunicar que el pasado sábado se nos marchó Miguel Moralejo y, al contrario que en la famosa sevillana, su recuerdo sólo puede llenar mi alma de agradecimiento, de vida y testimonio de un buen cristiano.

Miguel Moralejo fue nuestro Director -que por entonces no había decano- en la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado de E.G.B. durante aquellos difíciles primeros años de la Transición; enseñándonos que la Democracia se consigue conquistándola, haciéndola, creándola, practicándola día a día en todas las facetas de nuestras vidas. Siempre recordaremos con que orgullo, y hasta valor, nos defendió - a sus alumnos - ante una reivindicación de cambios y mejoras en la universidad que acabó en un encierro que pretendía ser reprimido por la Policía Armada con todo su aparato....
Miguel Moralejo fue nuestro profesor de Matemáticas, nuestro maestro, yendo siempre mucho más allá de la transmisión de unos conocimientos; implicándose en nuestras dificultades, demandas e ilusiones, haciendo del aula un lugar donde transmitir, compartir, aprender y crear.

Miguel Moralejo fue nuestro amigo, de esos amigos de verdad que están contigo en los momentos difíciles cuando los necesitas. Y lo hacía serenamente, con esa humanidad y solidaridad tan propia de los cristianos más modestos y humildes.

Miguel Moralejo fue, es y será un ejemplo de estar siempre, sin voceros ni publicidad alguna, cerca de los más necesitados, de los más pobres.

Fue un privilegio compartir con él aquellos cruciales años de nuestra carrera universitaria. Es un privilegio tener su ejemplo de generosidad como un modelo para nuestra vida diaria.

Echo de nuevo una mirada al aula … y mientras elevo una oración recordando a Miguel Moralejo, un rayo de sol se cuela entre los nubarrones grises atravesando los ventanales, entonces oigo la voz de una niña que reclama mi atención.... El aula no está vacía, nunca estará vacía. Gracias Miguel.



Melilla, febrero 2009

MI AMIGO, EL "CHATO".



Por mucho que lo intente no alcanzo a recordar una época de mi vida en la que “El Chato” no estuviese cerca de mí. ……

Como referencia más lejana, a mi memoria viene el recuerdo de otra cruz, mucho más ostentosa, y a “El Chato” – que por entonces disponía de una nariz perfecta - de un color cobrizo monocromático. Pero un día, la cruz apolillada no soportó más su peso y dándonos un susto de muerte, se cayó al suelo quedando maltrecho y con la nariz aplastada…De ahí viene, obviamente, lo del sobrenombre de “El Chato”.

Como aquellos si que eran tiempos de reciclaje, más por obligación que por devoción, mi padre – agnóstico tirando a ateo que no cree ni en la religión católica “..y eso que es la única verdadera..” - se dispuso a arreglar aquel desaguisado … y a fe que lo consiguió, porque Manuel, que así se llama mi padre, será todo lo poco creyente que dice ser pero no les quepa la menor duda que Dios lo ha dotado de un don para, entre otras muchas cosas, arreglar, reconstruir o crear símbolos religiosos; como así pueden atestiguar los tronos y los cofrades que antaño iniciaban su recorrido de Semana Santa desde los talleres de la entonces Junta del Puerto, …. Cosas o caprichos del Señor que uno nunca llegará a comprender.

Pues como decía, mi padre reconstruyó la cruz haciéndola más humilde, más real, más sencilla, más propia del Cristo de los Evangelios y aprovechó la ocasión para dar a “El Chato” toda una gama de colores policromados que cuando estuvo terminado nos dejó a todos asombrados por la apariencia de realidad – o de irrealidad - que aquel Crucificado tenía. Lo único que no pudo – o no quiso - hacer fue recomponerle la nariz, alegando que él no era nadie para “.. hacerle la estética al mismísimo Cristo..”.

Durante años, aquel Cristo siempre estuvo en algún lugar de casa hasta que en una mudanza se quedó en un cajón de esos donde dejamos las cosas de las que no queremos desprendernos… aunque si olvidarnos. Los tiempos cambiaban a una velocidad vertiginosa y los símbolos religiosos desaparecían de las paredes de nuestras casas e incluso de muchas parroquias en aras de una modernidad estética. Cosas veredes, que diría el Sr. Cervantes.



Pasaron años sin que apenas me acordase de la existencia de “El Chato”, incluso reconozco que llegué casi a olvidarme de Él, …menos cuando venían dadas que siempre requería de sus servicios para que me echase una manita….. Tantas manitas me echó que un día me vi cumpliendo un sueño y, tras un destino en la Península y pasar por el servicio militar, me encontré ante mi primera clase en Melilla, ante el primer aula en cuya puerta aparecía mi nombre como profesor tutor. Y como no podía ser menos me dispuse a recomponer el aula a mis propios criterios y necesidades haciéndola lo más funcional posible…….

Si no recuerdo mal fue aquel el curso del 23 F y, por si las moscas, todas las aulas disponían del preceptivo retrato de S.M El Rey y la eterna Cruz preconciliar con años suficientes para haber visto y examinado a los “bisatatarabuelos” de los que iban a ser mis alumnos. Reconozco que aquella cruz me gustaba poco y para colmo de bienes una compañera estaba encaprichada de ella. Así pues, en un acto de “compañerismo y generosidad” no dudé lo más mínimo en “donarle” aquella cruz más propia de un retablo barroco que de un aula de niños, sustituyéndola por la de mi amigo “El Chato”……..Y desde entonces, siempre ha estado con mis niños, mis niñas y conmigo

A estas alturas, hemos pasado juntos en las aulas veintisiete añitos y cada curso ha sido inventariado como un elemento del aula propiedad del maestro. Todos los cursos he pedido permiso a padres, madres y alumnos para tenerlo en un rinconcito del aula y jamás nadie, fuesen cuales fuesen sus ideas, inquietudes o devociones religiosas me puso el más mínimo inconveniente; incluso durante estos años le han buscado compañía y gracias a la generosidad de mis niños y niñas ha tenido a su lado una estrella de David, una lámpara judía, una reproducción de la Kaaba traída desde la mismísima Meca así como una mano de Fatima……Dicen que a eso lo llaman interculturalidad…….y hasta alguno, con perdón, podría ver una “alianza de civilizaciones”.

Podría llenar cien folios con las anécdotas vividas por y con “El Chato”… pero he de reconocer que una me resulta especialmente entrañable. Fue hace cuatro cursos y me ocurrió estando trabajando con mi querido alumno J . Antes de nada quiero decir que J es de esos niños que sólo saben sonreír ……… tal vez porque desde que nació padece una parálisis cerebral que le hace ir en silla de ruedas…..y desde esa silla las cosas adquieren un valor que los que caminamos nunca llegaremos a comprender o alcanzar. Trabajaba yo con J aquella mañana un método de facilitación vocal con la ayuda de unas láminas cuando apareció la imagen de un joven conduciendo un quad que hizo que su rostro se iluminara mientras me decía alzando su voz más de lo normal: “ ¡un quad, un quad… como mola, como mola….!” a lo que respondí preguntándole si le gustaría subirse en uno. La respuesta fue demoledora: “…yo nunca podré subirme a un quad…” mientras dos enormes lágrimas caían sobre su rostro. Es en este tipo de situaciones cuando a uno no le sirven de nada los años de estudio universitario, las horas de lectura de los autores más renombrados, la experiencia acumulada,….pues antes que profesional uno es humano. Tal vez por esta razón miré a mi amigo “El Chato” y mientras me rebelaba interiormente preguntándole por qué J tenía que sufrir así, una voz que salía dentro de mí le dijo a J: “…..tengo un amigo, también Maestro, que tal vez cuando tú seas mayor te enseñará a subirte a un quad y conducirlo..”. Las lágrimas de J se convirtieron en una de esa sonrisas suyas capaces de iluminar por si mismas todo el aula y me preguntó: “…tu amigo Maestro es ese de ahí arriba, …el de la Cruz….¿verdad?... pues seguro que entonces alguna vez conduciré un quad….” No sé si J conducirá alguna vez un quad pero aquella mañana nuestro amigo “El Chato” nos dio a los dos la esperanza de que alguna vez sería así….y la ilusión de un niño con parálisis cerebral es un tesoro de un valor incalculable capaz de conseguir superar barreras que a los desgraciados “normales” nos serían infranqueables.

Ahora, parece ser, que nuestros políticos gobernantes me van a prohibir tener a “El Chato” en el aula, al menos de forma visible para todos; y uno que tiene el orgullo de pertenecer a la generación que sufrió y rompió con las imposiciones de la dictadura no puede menos que sentir el sabor amargo de la derrota de las libertades individuales ……..una derrota más, que tarde o temprano pagaremos.

Al parecer molesta más la presencia de símbolos religiosos que los fracasos estrepitosos y las muchas carencias de un sistema educativo diseñado por unos políticos que han decidido convertir la Educación en una secretaría más del “movimiento”, perdón, del partido. Que mi amigo “El Chato” los perdone, yo no sé si podré hacerlo.

Melilla, agosto de 2008

MOMENTOS




Cada época del año tiene algunos momentos mágicos que considero íntimos, especialmente gratificantes y muy personales.

Así, por ejemplo, disfruto de las tardes de domingo en los fríos inviernos cuando, armado “..con pijama, padrenuestro y orinal…” y con un ABC, cuya facilidad de manejo para su lectura previa suponen una gran ayuda; me dispongo a echar una bendita siesta que durará -como mínimo- dos horitas… Siesta que hasta que el prestigioso psiquiatra Rojas Marcos –español él, como no podía ser de otra manera- alabara como recurso saludable, siempre me fue reprendida por mi suegra y mi señora como algo “.. que me iba a sentar muy mal..” , objetándoles yo, por mi parte, que la siesta, como el aceite de oliva, las sardinas o el chocolate no podían ser malos…¡ imposible,.. vamos !. El tiempo me dio la razón… que mi suegra y mi señora –tan majas ellas - siguen sin reconocerme.

Del otoño, pocos momentos tan especiales como los paseos por la playa un día de levante, esos en los que Melilla adquiere un gris especial y el horizonte parece acercarse a la arena junto a la espuma de cada ola,... más aún cuando cae además una lluvia apacible………Y es que una vez acostumbrados a la humedad se despiertan una serie de sensaciones que nos llenan de una alegre melancolía, sentimiento éste muy difícil de explicar. Y que decir de esos paseos que llenan mis sentidos cuando cogidos de la mano, igual que cuando éramos novios, los hago acompañado de mi novia de ahora, la misma de antes, la de por y para siempre,….mi mujer; resguardándonos los dos de la lluvia bajo un mismo paraguas …… y faltándonos manos para comernos unas castañas pilongas recién asadas .

En primavera,…ella en sí misma es todo un momento y cada año me reserva una sorpresa, una travesura, ….como si fuese una niña pequeña cuya presencia nos llena de alegrías y esperanzas en tiempos mejores para todos. Esa primavera de los olores, los olores a jazmín, a la vida que se renueva, y, cómo no, el olor a incienso de “mi” Semana Santa, esa que recorre las calles de los barrios tras un Cristo o una Virgen sin más adornos que la talla que esculpió la gubia de un artista y la fe de la gente humilde que la acompaña, llenándola de sentimientos.....

Pero es el verano, sin lugar a dudas, la estación más rica del año en esos momentos mágicos, y no sólo por el hecho de disponer de vacaciones “divinas”, perdón, docentes, sino por muchas y variadas razones. Pues es en verano cuando, para mí, existe uno de esos momentos que no cambio por ningún otro del año: la caída del sol desde mi terraza acompañado por el trino de las traviesas golondrinas junto al juego de luces que entre el Gurugú y el Zoco forma el sol poniéndose…… inenarrable. Si a todo ello unimos la frescura natural de la intemperie de la tarde, el azul celestial con una luna que irá brillando cada vez más a medida que el cielo se oscurece, las tenues luces que comienzan a encenderse en las terrazas vecinas y el apetitoso olor a pinchitos, sardinas o langostinos que saltando de una a otra se derrama por estas alturas, nos encontramos ante una situación de estimulación de todos y cada uno de los sentidos de la forma más maravillosa que conozco. Todo ello, con el castillo del Gurugú recortándose al fondo como mudo testigo del día y la noche melillense.

Por ello es frecuente que “me arroje” en una hamaca y con la vista puesta en el cielo contemple ensimismado como se va llenando de estrellas mientras mi mente se deja llevar por un mar de sensaciones ………

Y entonces llegan los recuerdos………

Recuerdos de cuando era un niño y a esas mismas horas en el barrio nos sentábamos familiares y vecinos a la puerta de las casas “..a tomar el fresco..” en aquellas sillas de anea los mayores y los pequeños en los escalones o directamente en la acera. Me encantaba escuchar las historias que aquellas personas prodigiosas e inigualables relataban de manera sentida y armoniosa, a veces en voz baja con miedo, experiencias de una vida muy difícil sobreviviendo a guerras, postguerras, represiones, hambre y miseria………..Aún me parece sentir el frescor natural del agua del botijo, el sabor de aquellos tomates, la dulzura de aquellas sandias que compartíamos y compartían porque allí éramos todos gente de la calle, del barrio ………

Recuerdos de cuando era un jovencito adolescente y me sentaba a esas mismas horas, en otro barrio, a mirarle los ojos a aquella niña…. ” ..unos ojos para perderse en ellos…” me atreví a decirle un día. Y desde entonces, bendita la hora, navego con ellos por los mares de la vida.

Recuerdos de cuando mis dos hijos eran niños pequeños y mi mundo se paraba o aceleraba al ritmo de sus miradas ingenuas y puras, sus sonrisas o sus llantos.

Recuerdos de tantas y tantas cosas compartidas, disfrutadas o desgraciadamente sufridas con la gente que quiero y me quiere.

Y sin quererlo se da uno cuenta que merece la pena vivir, que a pesar de tantas incógnitas, tantos sinsabores, tantas lágrimas, ……. siempre son más las sonrisas, las caricias, los “..te quiero..”,…..Y uno da gracias al Dios –o lo que sea- y sólo suplica seguir compartiendo un tiempo más esos momentos ……… ¡¡¡ merece la pena !!!


TALLERES SÍ, ISLA NUNCA.


No puedo evitarlo, pero cada vez que paso junto a esos terrenos la nostalgia de tiempos pasados me invade y me recuerda que, en esta Melilla nuestra, tenemos la desafortunada costumbre de dar oficialmente nombres a lugares que de toda la vida hemos conocido por otros mucho más apropiados. Valga como botón de muestra el denominar a “El Pueblo” como “La Ciudadela” ..... puro papanatismo.

En esta ocasión quisiera referirme al lugar que oficialmente se ha dado en denominar “Isla Talleres” cuando de toda la vida lo hemos conocido por “..los talleres de la Junta..” o simplemente “la Junta”. Por si a alguien le queda todavía alguna duda, la Junta siempre ha sido para los melillenses la Junta de Fomento, la Junta de Obras del Puerto, la Junta del Puerto o más recientemente -volvemos al papanatismo- la Autoridad Portuaria.

Originariamente dicho lugar se denominó Tarara, y cuenta nuestro Mir Berlanga que allí se estableció la artillería del sultán Sidi Mohamed Ben Abdalah durante el sitio de los Cien Días........

He conocido dicho lugar desde que tengo uso de razón, siendo por lo que allí había y por las personas que allí trabajaban, un lugar de esos que uno en sus recuerdos de la infancia consideraba como “mágicos”.

Mágico porque allí había de todo: un maquinaria impresionante que, cuando estaba parada y asegurada, uno podía manipular simulando no sé bien cuantas aventuras y emociones, restos de embarcaciones, anclas, ojos de buey, timones, ... y hasta en una época un trenecito que parecía de juguete,... Aunque a mí, por entonces un niño de pantalón corto, me atraían personalmente dos cosas: la pequeña casetilla que hubo en la entrada y, sobre todo, la campana que anunciaba las entradas y salidas de los trabajadores..... y en ellos, precisamente en ellos, radicaba otra de las magias.

Aquellos hombres sin apenas cultura o formación oficial no eran mecánicos, maquinistas, electricistas o carpinteros ......... aquellos hombres eran ARTISTAS de su oficio, capaces de arreglar o crear todo lo que fuese necesario en unos tiempos en que de lo que menos se disponía era de medios materiales o económicos. Sus capacidades en estos tiempos tan tecnológicos, con tantos cursos y programas no tendrían parangón. Eran -son, que muchos de ellos todavía viven- gentes capaces de aprender sobre la marcha y solventar un problema de ausencia de piezas reciclando otras de maquinarias inimaginables usando simplemente un torno, una fragua, una lima o un serrucho y…. sus manos. Cuantas y cuantas cosas ví reparar, crear, .... reconstruir con bronce, hierro, acero o madera procedente de lugares de lo más variopintos. Una labor apenas reconocida, mal pagada.....que hoy no tendría precio para las empresas más punteras.

Vaya mi homenaje más sentido para los “Joseíto”, “El Cartagena”, el “Tío” Emilio, Pedro “El Turco”, Juan Hernández, “El Coca” ( tío y sobrino), Diego “ El Gitano”, “El Mudo”, “El Faratabaile”, Sorroche, los hermanos Lima, el “Raya”, Campoy, Marmolejo, ......... o los tres hermanos Fernandez: “El Maño”, Manolo y Vicente..... y tantos otros cuyos nombres fallan en mi memoria aunque no sus palabras, sus caras o sus manos.... esas con las que me hacían de un trozo de madera o de un hierro viejo un juguete con el que yo disfrutaría durante horas. Quienes los conocieron podrán siempre decir que iguales en su trabajo puede que los hubiera ........ pero mejores no.


Aquellos hombres sufrieron años muy duros de penuria económica y de trabajos agotadores. Había que terminar de construir nuestro puerto, que mantenerlo, modernizarlo y hacerlo próspero para toda la ciudad, en definitiva, crear una nueva Melilla. Hoy convendría recordar las viejas y vetustas grúas de vapor, la carga de las naranjas o del plomo, las rampas de los correos,.... pero, sobre todo, recordar los temporales de levante, recordar aquella Grúa en la playa... o más recientemente aquella flamante flotilla de fragatas a punto de irse a pique dentro de nuestro puerto y que gracias a labor sacrificada de sus tripulaciones y de un número importante de trabajadores de aquella Junta del Puerto, que no dudó en embarcarse voluntariamente en las mismas para cumplir con algo que hoy tal vez no se entienda bien, SU DEBER, se salvó y pudo participar en los años siguientes en importantes misiones de paz para gloria de nuestra Patria y de su Armada. Por aquellos hechos no cobraron una sola peseta y mira que las necesitaban, aunque por una vez recibieron la felicitación del Ministerio de Defensa y del Mando de la Flotilla que les regaló unos preciosos pillacorbatas que todavía portan con orgullo.

Por todas estas cosas, siento pena cuando leo “Isla Talleres” porque si hay algo que aquello nunca fue es, sin duda, una “isla”; sus puertas siempre estuvieron abiertas para todo aquel que pudiera necesitar de sus servicios, de sus recursos, o incluso durante una época de su magnífico local social o su pista polideportiva, sus gentes nunca dijeron no a la más mínima solicitud de ayuda o colaboración y de ello pueden dar fe cientos de melillenses desde el Ayuntamiento al Club Marítimo, desde el Aeropuerto a la Comandancia General, desde las Cofradías a las asociaciones de vecinos,......

Por otras muchas cosas, siento también pena cuando leo sobre los posibles escándalos, las posibles manipulaciones o chanchullos, o el proyecto de construir allí pisos de lujo o un centro comercial...... en una zona que siempre estuvo al servicio de Melilla y de los melillenses. ¿Acaso no había, no hay, cosas más importantes que construir allí?... ¿cosas que -como la biblioteca - siguieron prestando un servicio para todos....? Y es que cada día parece más que los políticos en vez de resolvernos los problemas se dedican a crearlos.....

Y termino tomándome una pequeña licencia, contar un pequeño privilegio del que me siento profundamente orgulloso: mi padre y mis tíos fueron trabajadores de esa querida Junta del Puerto.