domingo, 30 de octubre de 2016

MI HIJA ES PSICÓLOGA....

Hace no tantos años mi hija debía tomar una de las decisiones más importantes de su vida: elegir su carrera universitaria. La verdad es que no lo tenía nada fácil, la crisis empezaba a dar sus primeros bocados y lo que era seguro ya es que ninguna carrera le iba a garantizar un futuro bien remunerado.

Cuando ya lo tenía casi decidido, consultó con su tio Juanma, doctor en Psicología, sobre esta carrera:

-Tito, pero es que psicólogos hay muchos....

-No te confundas sobrina, licenciados en Psicología hay muchos. Psicólogos sólo hay unos cuantos.


Mi hija terminó su carrera, hoy es licenciada o graduada en Psicología que este extremo después de tanto cambio confieso que no lo tengo aún claro. Es una chica de 28 años, de esa generación de la que dicen -dicen.....- que son “nini” ( ni estudian ni trabajan). Mi hija, con sus correspondientes títulos habla, escribe y lee inglés más que bien. Al terminar su carrera una de las primeras cosas que hizo fue apuntarse voluntariamente al GIPEC ( Grupo de Intervención Psicológica en Catástrofes) del Colegio Oficial de Psicólogos en Melilla. Con este motivo, mi hija, junto a otros muchos jóvenes y no tan jóvenes, dedica muchos fines de semana a prepararse, a entrenarse en condiciones límites y con los que más saben de todo esto ( bomberos, Guardia Civil, militares, IAE, …) por si su actuación apoyando a las personas fuera, por desgracia, alguna vez necesaria. El próximo fin de semana asiste a una importante reunión de GIPEC de toda España en Madrid. Este mismo sábado habían estado ensayando con la Guardia Civil un rescate en el mar no exento de muchas dificultades.

Hoy – y van ya....- ha vuelto a tener una intervención real. En un momento que guardaba para su descanso ha recibido la alerta correspondiente y ha tenido que acudir allí donde se la necesitaba.....

Mi hija es psicóloga.......

sábado, 15 de octubre de 2016

ASÍ ESCRIBÍA MI PADRE...



Ayer, buscando entre recuerdos, con la letra maravillosa que siempre admiré, encontré estas reflexiones de mi padre: 



" Mi madre era muy buena, ..... mi mujer también.
Mi madre por las mañana encendía la hornilla de carbón, molía la cebada tostada (malta), hervía la leche y me hacía algo parecido al café...... Mi mujer echa en el vaso la leche del tetrabrik, abre el tarro de Nescafé, lo mete en el microondas y me hace el café.
Mi madre me lavaba la ropa con jabón Lagarto en una pila con la tabla y a fuerza de puños le quitaba las manchas..... Mi mujer mete la ropa en la lavadora, le echa detergente y suavizante, le da a un botón y se sienta.
Mi madre me volvía los cuellos de las camisas, les echaba parches a los pantalones, me remendaba los calcetines y si la ropa descoloría le daba un tinte...... Mi mujer se va a la tienda y me compra ropa nueva.
MI madre previo pago y gracias a la amistad, iba a la panadería y le metían en el horno los boniatos.... Mi mujer, mete en el horno eléctrico toda clase de alimentos, los boniatos también, y se sienta.
Mi madre, planchaba la ropa con planchas de hierro fundido que calentaba en el forgón del carbón vegetal.... Mi mujer enchufa la plancha eléctrica con reguladores de vapor y ¡ala!.
Mi madre iba andando a todos los sitios.... MI mujer también va a todos los sitios, en coche.
Mi madre hacía las comidas muy buenas, en el fogón de carbón ayudándose con el soplillo..... Mi mujer también hace las comidas muy buenas, en la vitrocerámica ayudándose del interruptor.
A mi madre le entregaba mi salario entero..... A mi mujer también. "



Este era -es, siempre- mi padre, Manuel Fernández Gimeno, aragonés del alma, melillense de corazón, español universal, profesional y creador extraordinario, y una persona buena donde las hubiera al que sus hijos, con todos los estudios universitarios que él y mi madre nos pagaron y que ellos nunca pudieron tener, no les llegamos ni a la suela de los zapatos.



















martes, 11 de octubre de 2016

GIGANTES Y CABEZUDOS ....


Queridos hijos: 

Cuando con ese humor irónico con el que siempre hemos impregnado nuestras relaciones me decís que os he dejado "...en herencia..." tal o cual rasgo físico o personal, siempre me había quedado con las ganas de aclararos estas cosas como  hoy voy a hacerlo. 

Pero permitidme que deje a un lado lo puramente físico para centrarme en lo personal, en vuestros valores y formas de actuar. Sí, sé que hay demasiadas cosas en las que nos parecemos, demasiadas forma de actuar idénticas que en tantas ocasiones nos han llevado no a compartir precisamente esos valores sino más bien a enfrentarnos por ellos .... sin darnos cuenta que defendíamos lo mismo. Cosas veredes que decía Don Alonso Quijano, más conocido por El Quijote. 

Para daros la explicación que deseo hoy, en este momento, en este día preludio del 12 de octubre, quiero que nos pongamos ante un espejo y nos miremos como si examináramos a un extraño. Y entonces, comprobaríamos que somos personas muy extrovertidas y comunicativas, que nos encanta relacionarnos con los demás y que disfruten con nuestras palabras; que hemos hecho de nuestras vidas un referente el ser útiles de una u otra forma a los demás;  que valoramos de forma casi infinita nuestro trabajo. al que nos entregamos poniendo todo nuestro empeño por hacerlo bien; mostraríamos que no dudamos en liderar o dar la cara ante situaciones comprometidas; que somos empecinados en nuestros proyectos y no abandonamos fácilmente nada de lo que nos proponemos; entenderíamos por qué la lealtad nos lleva a otros muchos valores como el respeto y la amabilidad; explicaría que cuando amamos lo hacemos de forma sincera, pasional, comprometida  y para siempre; sabríamos lo importante que es para nosotros nuestra tierra, mucho más cuando en ella reposan los nuestros o como en nosotros las palabras esfuerzo y sacrificio son algo cotidiano con los que aprendimos desde muy pequeños a convivir.......


También reconoceríais  por qué cuando suena una jota aragonesa o alguien os habla de Aragón algo muy dentro, muy recóndito, algo que no sabemos explicar, que no entendemos, ... se te viene al corazón sin saber por qué..... e incluso como a mí puede que hasta alguna lágrima os traicione.

Yo si lo sé, .....he tardado años, he necesitado la sabiduría de la experiencia, la de unos cuantos adioses y las cicatrices de muchas  separaciones para comprender que en nuestro genoma, en el particular genoma de la familia Fernández, llevamos unos genes con cachirulo. Por si algún amable y paciente lector  no lo sabe, un servidor le aclara rápidamente que el cachirulo es un pañuelo a cuadros que en la región española de Aragón llevaban - y llevan en los grandes momentos- los hombres atado a la cabeza.

Unos genes que nos dejaron los abuelos Manolo y Vicenta que un día desde el lejano y querido Belchite emigraron a estas tierras para dar todo por ella, hacerla suya y terminar aquí sus días. Unos abuelos que nos mostraron con su ejemplo y forma de ser inolvidable el camino a seguir. Unos genes que con aires navarros nos trasladó mi padre, Manolo, un hombre grande en todos los sentidos donde los hubiera. Unos genes que adoptó mi madre que, aunque melillense tenía una devoción por la Virgen del Pilar con una enorme fe en Ella. Unos genes que mi tío Jesús, apodado "El Maño", un hombre fuerte y empecinado como el que más, no dudaba en mostrar cuando eran necesario, unos genes que mi tía Rosa llenaba de amor y dulzura.  Es también ésta la razón por la que nos  trae una sonrisa encontrar en las novelas palabras como "rediez", "maño", "chirimbolo" o "mejunje"......


Es por eso, hijos míos, porque para orgullo de nuestros antepasados y aunque amemos como el que más a esta Melilla crisol y encuentro de tantas gentes, aunque nunca nos sintamos extraños donde somos bien acogidos, nosotros hemos sido, somos y seremos -la Virgen así lo quiera-  GIGANTES y CABEZUDOS.....

Amén.