lunes, 7 de diciembre de 2015

VOTA NAVIDAD


Apenas llega el día 1 de diciembre – cada día mucho antes – se alumbran las calles con miles de lámparas de colores, los escaparates se llenan de artículos convocándonos a toda una orgía de consumo o desde todas partes aparecen estrellas, árboles, Papa Noel,...., y empezamos a tomar conciencia de que estamos en NAVIDAD.

Navidad que cada año es menos Navidad. Y es que uno, que se dirige ya a su sexagésimo cumpleaños, no puede evitar mirar hacia atrás y recordar su infancia o su adolescencia cuando la Navidad era alegría, ilusión, esperanza, buenos deseos, …., y eran también borrachuelos, roscos caseros, mantecados, polvorones, turrón del duro, …., un par de cenas importantes, alguna comida con los restos de las cenas, … y un día de Reyes con algún modesto regalo que llenaba nuestra niñez de juegos con los amigos. Y era, sobre todo, estar con los abuelos, era el regreso tan deseado de familiares que vivían fuera, el juntarse toda la familia, el visitar a los amigos, el de las casas con las puertas abiertas y aquel olor a cocina de la de verdad…...

Ni por asomo soy de los que piensan que “..cualquier tiempo pasado fue mejor...” más bien pienso, quiero y deseo que “...lo mejor esté por venir...” pero, que quieren que les diga, daría cualquier cosa por recuperar aquellas navidades de antes, sencillas, modestas, pero llenas de momentos compartidos, de sentimientos, de abrazos, de amistad,...y hasta de perdón -pelillos a la mar ante un buen vaso de vino- por aquello que nos había enfrentado alguna vez durante el año.

No es la primera vez que le digo a mi mujer que esa noche me encantaría cenar en familia, en algún hogar rústico y sencillo a la lumbre de una buena chimenea, tomar un par de huevos con patatas fritas con un buen aceite de oliva extra, con ajillos y unas lascas de jamón ibérico acompañándolo de postre con aquellos roscos de huevo que hacía mi madre, sin olvidar un vino de Jumilla a ser posible en bota....Y mi mujer me mira como si fuera de otro planeta mientras se debate entre poner de segundo mil hojas de ternera y foie al vino de Oporto o de entrantes foie de higo con láminas de manzana al vinagre de frambuesa porque, eso si, de primero ya ha decidido que nos pondrá sopa de almendra a la alpujarreña y exquisiteces varias......

Por si no fuera poco el bombardeo consumista al que nos someten las empresas de colonias, regalos, ropa, o los grandes almacenes; este año tenemos la desafortunada coincidencia de que nuestra casta política -por si no habían estado ya poco acertados durante cuatro años- ha decidido convocar elecciones apenas cuatro días antes de la Nochebuena.

Decisión ésta sin duda grave para los ciudadanos pues no sólo hemos de soportar que un chico -o chica- con cien horas de gimnasio y vestido a la última nos ofrezcan un perfume como si fuera la solución a todas nuestras inquietudes y problemas sino que encima van Mariano, Pedro, Albert o Pablo todos con cara angelical, aunque este último vaya mucho más desaliñado que el/la modelo, y nos pidan el voto colándose a todas horas en nuestras casas a través de esa bastarda ventana que es la televisión.

No, no está bien “...mezclar las churras con las merinas...” y esto de convocar elecciones en plenas navidades sólo se le puede ocurrir a un gallego como Rajoy siempre en la eterna duda de si sube o baja, anda o se para, duerme o se levanta, primavera u otoño,…..y así nos va.

Yo, sin que sirva de precedente y tras haber consumido esta noche una copa -grande- de Gran Duque de Alba Oro, me dispongo también a pedirles el voto, fundamentalmente a mis amigos y demás gente de bien que conozco ...o no conozco. A los demás, a los “malejes”, “malafollás”, “mangarrianes”, “mangutas” y demás no les pido ni la hora, ...por si me roban el reloj.

Pues bien, quiero pedirles el voto para la Navidad.

Si, no me miren de esa forma, el coñac estaba bueno pero dada la exigua cantidad que me han echado tendría que beberme diez copas para que me afectase...bueno con cinco tampoco andaría muy fino que digamos.

Pues eso, quiero pedirles el voto para devolver a los niños la Navidad que le hemos robado, a los niños de entre meses y noventa años en que nos convertíamos todos llegados estas fechas. Quiero pedirles el voto para que nuestras abuelas, madres y esposas nos lleven a la cocina, nos pongan el correspondiente delantal y aprendamos de ellas a hacer borrachuelos y roscos de huevo. Quiero pedirles el voto para que con sus hijos pongan el Belén o el árbol de Navidad. Quiero pedirles el voto para que volvamos a sentir el cariño en el abrazo de nuestros hijos, el agradecimiento en el beso al padre, la madre, los abuelos. Quiero pedirles el voto para que nos volvamos a dar un fuerte y sincero apretón de manos deseándonos de corazón lo mejor para estas fiestas y para todo el año. Quiero pedirles el voto para llevar a casa de mis amigos judíos o musulmanes, a los que conozco de toda la vida, unos mantecados o unos regalos para sus hijos el día de Reyes. Quiero pedirles el voto para que organicemos en el barrio una pastoral y nos vayamos junto a otras pastorales de otros barrios al Belén -esté donde esté- a cantar villancicos. Quiero pedirles el voto para hacer realidad de una vez por todas y para siempre eso de “ Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad” que no me cabe la menor duda somos la inmensa mayoría.

Quiero pedirles el voto ….para que todo el año sea Navidad, ...pero de verdad.

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