domingo, 30 de agosto de 2015

JUAN Y AURORA,...EMIGRANTES



Una vez más, el levante que cubría la ciudad con un halo gris se había transformado en apenas unas horas en un frío viento de poniente que aumentaba la sensación térmica de frío en unos cuantos grados. El ambiente en el bar era el propio de un mes de enero: unos cuantos pescadores marengos, unos estibadores de “a rumbo”, alguno de los empleados de los Prácticos del puerto, … En un rincón, llamaba la atención aquella pareja que apuraba un café cogiéndose de las manos como si no quisiesen que ese eslabón que los unía se rompiese nunca....

- ¿Llevas a mano el pasaporte...los papeles de la empresa ….y la dirección de mi primo?....no olvides que allí hace mucho frío.... - le decía Aurora mientras Juan miraba sus ojos.

-Nada de lloros, por favor.... no quiero llevarme la imagen de mi mujer llorando. 

Apenás sonó la sirena del barco cuando empezaron a recorrer abrazados los apenas cien metros que los separaban de la escalinata. Juan llevaba aquella vieja maleta, reforzada con un par de gruesas correas, y una gran bolsa de viaje que habían comprado el día anterior en la calle Margallo. Al pie de la escalinata, abrazó a Aurora. 

-Dale muchos besos a las niñas...y cuidaros todos mucho, por favor. 

Y entonces llegaron irremisiblemente las lágrimas.....

Así, durante años, como tantos y tantos emigrantes españoles que iban a Alemania, Bélgica, Suiza, Holanda, Francia..... Países en donde desarrollaron los trabajos más duros, se hicieron valer, progresaron, algunos hasta se quedaron allí con sus familias....siempre añorando su tierra con cualquier guitarra o cante del que saliese un fandango o una jota. Probablemente hubo alguno, pero por aquí nunca supimos de algún atropello, un delito, ….que participasen en manifestaciones radicales o violentas reclamando derechos para ellos, que exigiesen supuestos derechos religiosos o culturales, que no se adaptasen a las costumbres del país que los recibía, …., muchos hicieron grandes amigos entre los propios nacionales, en definitiva: se integraron. Y aportaron divisas a una economía española tan necesitada de ellas....pero también aportaron a su vuelta un aire fresco de libertad, de exigir -ahora sí- que en su propio país había que cambiar muchas cosas y que la democracia que disfrutaban en Europa era tan válida para franceses, alemanes, …. como para aquellos españoles bajitos. Por mucho que el general superlativo se empeñase en decir lo contrario....

Me consta que no voy a ser “políticamente correcto” con este artículo y es que, para empezar, me parece un desacierto comparar aquella emigración con la que actualmente estamos -todos- padeciendo. La actual emigración -o inmigración, según se mire- está alcanzando unos parámetros imparables que puede llegar a provocar efectos negativos como nunca movimientos migratorios han conocido en la historia. Adoptar la postura del “buenismo”, del “papeles para todos”, del “todos son refugiados políticos...” nos está llevando, repito que a unos y a otros, a una situación insostenible que sólo puede llegar a provocar el empobrecimiento general de todos, y con ello aparecerán otros efectos puede que aún peores que con tal de que no me llamen pesimista prefiero no señalar, ..aunque ya saben aquello de que “un pesimista es un optimista bien informado”. 

No quiero dejar pasar esta ocasión, para exponer también un hecho que me viene preocupando y que estamos dejando pase desapercibido: la mayoría de los inmigrantes que llegan a Europa han dispuesto de ciertas cantidades de dinero para ese viaje, dinero con el engordan a las mafias que juegan con sus vidas , muchos de ellos hablan idiomas y tienen estudios medios o superiores, otros son profesionales cualificados y vienen de países con grandes riquezas naturales; ….físicamente son muy fuertes y mentalmente dispuestos a lo que haga falta con una voluntad férrea por mejorar sus condiciones de vida. Si todos los que responden estas características deciden abandonar África, ...¿quienes se quedarán allí.....? Ya se los digo yo: los pobres y los sátrapas. Se está produciendo, pues, una descapitalización humana de los países africanos sin parangón en la historia. Y esto, al parecer, no lo quiere ver nadie....Estoy convencido de que no son las vallas de Ceuta y Melilla las que han de saltar estas personas sino las vallas de los palacios de sus gobernantes. Los africanos aún tienen pendiente asaltar sus “Bastillas” para alcanzar los derechos y la vida que anhelan. 

Es fácil y recurrente echarnos las culpas de todo a los occidentales, que si, es cierto, cometieron errores imperdonables con la colonización-descolonización de África..... pero de eso ya han pasado decenas de años.... y los africanos han tenido tiempo de sobra para alcanzar una madurez como pueblo, como sociedad. No pueden seguir dependiendo del capricho de sus sátrapas gobernantes, de los intereses de las multinacionales, de los integristas religiosos,....Deben dejar de ser “unos adolescentes a los que ayudar en todo” para hacerse mayores y madurar social y políticamente. 

¿Ayudarles...? por supuesto, en todo lo que se pueda y más, ….pero no como hasta ahora. Hemos de buscar fórmulas para que las ayudas sean eficaces, lleguen a los más necesitados, sean justas, las tengan en sus países de origen ….y dejen de ser un negocio para muchas o algunas de nuestras ONG´s que todo hay que decirlo. 

…..................


Cuando Juan llevaba 5 años trabajando en Alemania, viendo a su familia un mes de vacaciones al año, pasando las navidades solo, … decidió llevárselos legalmente a todos a vivir con él y allí estuvieron ¡24 años! Allí se hicieron con unos ahorros trabajando a destajo, educaron a sus hijas, convivieron e hicieron grande a Alemania consiguiendo también grandes amigos alemanes. Nunca olvidaron a Alemania y siempre le estuvieron agradecidos. Con el tiempo, tal y como siempre había sido su idea, regresaron a España y montaron un pequeño negocio con el que llegaron a jubilarse.. Sus hijas participaron activamente en la Transición española y lo lograron. Lograron hacer de este país otro más de la UE, con derechos y libertades, con calidad de vida, con eso que llamaron después “estado del bienestar”. 

Juan y Aurora reposan hoy día fuera de la tierra que los vio nacer, él en un cementerio de París, ella en otro de Madrid. Al final, ya no fueron emigrantes....fueron ciudadanos de Europa. 





martes, 25 de agosto de 2015

TRES CARTELES OLVIDADOS




Navegando por las aguas contaminadas de los “Interneses” a veces uno encuentra cosas que tenía guardadas en no se sabe bien que cajón de los muchos recuerdos ..... Y así, me ha ocurrido que, como tantas otras veces, cuando uno busca una cosa determinada no la encuentra pero es motivo más que suficiente para que aparezcan otras que había perdido ni se sabe cuando....

En mi caso han sido tres carteles -antaño denominados “posters”- que tuve en mi habitación prácticamente durante todo el bachillerato....el antiguo, eh.

Como tantos otros jóvenes y adolescentes de mi época, los encontré un día mirando en uno de aquellos grandes almacenes de visita obligada en cuanto poníamos los pies en la Península, pies que a diferencia de ahora se ponían en contadas y señaladas ocasiones y siempre por motivos importantes ….que para desgracia de los de mi clase social, no solían ser unas vacaciones. Pues, decía, que allí los encontré cual amor a primera vista y además ¡ estaban en oferta! ….

Con ellos cubrí las paredes previamente empapeladas por mi padre -hombre polivalente donde los hubiera capaz de hacer con buena maña cualquier arreglo o decoración del hogar- usando para ello unos trocitos de “Fixo” en las esquinas...que había de ir reponiendo periódicamente pues amarilleaban el papel.

Decía que desde su compra me sentí identificado con aquellos tres carteles, pues los de mi quinta éramos muy dados a identificarnos con personajes reales o literarios que nos habrían de servir como modelos para construir posteriormente nuestras propias vidas y llenarlas de valores con mayor o menor acierto.... Es lo que tenía no conocer los smartphones, las tablets o la Play Station ….. y que nos interesaran otras cosas digamos que menos crematísticas pero con muchas más dosis de esperanza e ilusiones....que de eso había a raudales y no costaba dinero.

El primer cartel era un fotograma en blanco y negro de la película “La gran evasión” en el que se veía al actor Steve McQueen mirando al frente desafiante mientras bombeaba gasolina al motor de su Triumph TR6 modificada ( al contrario de lo que muchos puedan pensar no era ni una BMW, ni una Zündapp, reglamentarias en el ejército alemán )….. A su espalda está la alambrada que debía saltar para ser libre. Todo una declaración de intenciones para un chico de aquella época – en blanco y negro- llena de censuras, imposiciones y, sobre todo, sanciones si te pasabas sólo un mm. de lo que otros habían dispuesto para los demás como referencias incontestables.




El segundo cartel era un clásico. Para su descripción permítanme que tome prestadas las palabras de la Wikipedia: “...una fotografía del Che Guevara en la que aparece su rostro con la boina negra mirando a lo lejos. La foto fue tomada por Alberto Díaz (Korda) en 1960. A su vez esa foto fue editada para generar una igualmente famosa imagen en dos colores, generalmente en blanco y negro, en la que se contrastan los rasgos de su rostro. Esta imagen fue creada por el artista irlandés Jim Fitzpatrick. Finalmente un pintor plagió la imagen creada por Fitzpatrick y con ella imitó el estilo del también famoso cuadro de Marilyn Monroe de Andy Warhol para comerciarla con su firma en forma de póster....” Como decía, todo un clásico que no faltaba en locales ni habitaciones de juventud que se preciase. Y desde ya tengo que decir que a ninguno se nos ocurría pensar viendo ese cartel que la ideología comunista que defendía el personaje fuese ni mucho menos nuestro ideal político ….aquello era otra cosa. Era la fuerza y el desafío en aquella mirada, era la posibilidad de enfrentarse a los poderosos y vencerlos, era la aventura revolucionaria, ….era el combustible que alimentaba el motor de muchos jóvenes en una época en que vivíamos anhelando un futuro mejor …. Todo ello me hizo, años más tarde ya siendo universitario, leer – aquellos libros prohibidos- las “Obras completas de Che Guevara”y su lectura hizo que desapareciese en mí el mito y conociese más a Ernesto “Che” Guevara....Personaje que terminé de conocer cuando leí su famoso discurso del 11 de diciembre de 1964 en la ONU y que me da mucho que pensar sobre lo relativamente fácil que es para los medios de comunicación crear mitos y mantenerlos según qué intereses.




El tercer y último cartel es, sin la menor duda, la causa de este modestísimo artículo. Como el anterior también era una fotografía en blanco y negro del mismo estilo. Pero en esta ocasión el personaje supera a cualquier mito, supera cualquier otra relevancia histórica, supera cualquier influencia, ...incluso diría que supera la propia Historia. El cartel, imitaba uno de aquellos con el “Se busca” por encabezamiento....pero el proscrito era en esta ocasión un tal Jesús de Nazareth y rezaba así: “ Galileo. 33 años. Tez morena, barba y cabellos al estilo hippy. Cicatrices en los pies y en las manos. Se acompaña de leprosos, mendigos, perseguidos y una banda de 12 incondicionales. Escandaliza a las masas con frases tan revolucionarias como: "Amaos unos a los otros" y "Perdona a tus enemigos". Si lo encuentras,..., sigue sus huellas..” La recompensa era La Eternidad..... No sé cuantas veces leí aquellas palabras, no sé cuantas noches entre las páginas de algún libro de texto, cansado de estudiar los estilos de las columnas griegas o el teorema fundamental de la trigonometría volví mis ojos miopes hacia aquellas palabras, no sé cuantas tardes escuchando música en aquel cassette y mirando la lluvia caer tras los cristales, no sé cuantos veranos soportando aquellos calores …. Y un día lo olvidé, no me pregunten cómo, pero lo olvidé, .....olvidé las palabras del cartel...pero no a Él, porque Él, de una forma u otra, siempre estuvo ahí, aquí, allí …. y si no mi madre me hacía recordarlo.



Hoy, cuando tantas esperanzas e ilusiones se quedaron por el camino, por culpa propia pero también de los unos y de los otros, recuerdo como aprendizajes imperecederos lo que me mostraban -o yo imaginaba que mostraban- aquellos tres “posters”. Hoy, cuando como dice Tamara en una preciosa canción, “...la vida nos está dejando atrás...” y uno empieza a tener más recuerdos que proyectos, puedo comparar y comprobar las muchas estupideces que el ser humano hace, piensa, desea, dice o escribe. Hoy, ante un mundo decadente, falto de valores, ideales, emociones y sentimientos, lleno de intereses bastardos, más pendientes de la Bolsa que de la vida…....soy consciente de que aún conservo dentro de mí esos tres carteles como referentes, sobre todo en mi trabajo de educar a niños y niñas para un futuro mejor. Ojalá lo consiga.....


lunes, 10 de agosto de 2015

NOCHES DE VERANO



Fiel a sus citas de verano, llegan esas noches en las que el calor, la calor, los calores y las calores propias de la estación acompañan al Levante que se instala en estos lares allá por San Juan y suele no dejarnos hasta bien pasada la Virgen de la Victoria, arreciando entre tanto a los reinos mineral, vegetal y animal que decía la Enciclopedia Álvarez; envolviendo nuestras vidas en un halo de humedad que extrae de nuestros cuerpos hasta la última gota de sudor que seamos capaces de producir. Y es en esas noches, cuando con las ventanas abiertas de par en par no entra ni una pizca de aire, cuando uno siente almohadas y sábanas mojadas, cuando el pecho es un lago caliente y los cabellos y el rostro una sopa recién servida, cuando a todo ello añadimos una impenitente gota de sudor en la punta de la nariz que nunca sabes si arrastrará a babor o estribor; es, en ese preciso momento, cuando echas mano a un mando que desde junio tienes en la mesita de noche, compruebas que marca 23ºC y ….dejas que una seca primavera se adueñe de tu dormitorio. Momento en el que piensas cómo podíamos vivir antes sin ese gran invento que es la climatización o el aire acondicionado...... Y también es, justo en ese momento, cuando te respondes: “....viviendo....”.

Uno, que está muy cerca de dejar esa tercera juventud que representan hoy día los cincuenta para pasar a ser un sesentón sin juventud que valga, no puedo obviar sus recuerdos y es en esas calurosas noches cuando le llegan a borbotones; ahora que, precisamente, muchos de aquellos seres queridos que conforman esos recuerdos ya no están.

Y te llegan los recuerdos de cuando apenas oscurecía y tras haber regado generosamente las aceras y la tierra de la calle -que ni mucho menos todas las calles estaban asfaltadas- con agua con lejía, las familias sacaban aquellas sillas de anea, aquellas mecedoras o aquellas banquetas para ocupar, en principio, la puerta de su casa …. que apenas salieran los primeros botijos de agua fresquita, algún porrón de vino con gaseosa, aquellos tomates del Zoco o la tortilla española con su cebollita y perejil,... se irían extendiendo a la puerta del vecino, al de enfrente, …. porque, entonces, cuando no había “interneses, feisbus ni guasás” y la supervivencia del día a día dependía de la buena vecindad, de la amistad y de la familia, la gente compartía y conversaba.....y los más jóvenes escuchábamos de esos que hoy llamamos “viejos” historias que nos hacían admirarlos, conocerlos y, sobre todo, respetarlos.

Así, uno recuerda oír relatar de hombres curtidos por las olas y el sol, historias de temporales o de naufragios con la consiguiente pérdidas de padres, hermanos o hijos; historias de la situación de bancos de peces sin necesidad de GPS, sondas marinas, …..; predicciones del tiempo, más que acertadas, por referencias innatas o aprendidas siguiendo las indicaciones de sus predecesores; historias de calafates, patronos, contramestres, maquinistas, marineros,....; historias de faros, sus fareros y familias; ….y la noche se llenaba de olor a mar, de ruidos de olas y de imágenes de anclas......

Recuerda haber escuchado de su vecino “El Cartagenero” -hombre de la mar, incapaz de reconocer alguna letra- largos ripios o pareados improvisados, llenos de humor, sentimiento e ironía que, sin la menor duda, podrían haber llenado libros de literatura popular. Y que cuando uno hacia el bachillerato -el antiguo, eh- recordó releyendo a autores insignes como Quevedo.

Recuerda a su abuela Vicenta y sus historias de su lejano Aragón que tanto anhelaba, a sus otros abuelos, Paco y Juana unos gladiadores de la supervivencia diaria, recuerda a su tío Paco Millán, apodado el “Guardia Eléctrico”, hombre servicial, valiente y honesto donde los hubiera...., recuerda a tanta gente buena, ejemplar,....

También me vienen a la memoria, historias en voz baja -que por entonces, ser políticamente incorrecto te llevaba cuando menos al Cuartelillo o a la Comisaria- sobre aquella maldita guerra civil. Historias de venganzas, de injusticias, de crueldades …. de odios entre hermanos que sólo nos condujeron al dolor, a la miseria, al hambre y al atraso; a tener que construir en cada siglo una nueva España y estar siempre buscando la fórmula para que esas dos Españas, de las que Machado nos advirtió, puedan convivir en paz y prosperidad..... Y curiosamente era en estos temas donde las mujeres -siempre más sensatas y sufridas que los hombres- aportaban sus relatos y sus opiniones que, a veces, requerían que el marido les pidiese precaución....porque las paredes oían.

Esta última cuestión de que las paredes oyesen nunca la tuve yo muy clara....pero si tuve claro que había momentos para escuchar, para oír, para aprender....Y que esos aprendizajes me las podían dar aquellas personas sabias, experimentadas, vividas,... Aprendí, gracias a ellos, a escuchar para después, mucho después, poder expresarme como ahora lo hago...., aprendí a respetar, a admirar, a querer …... a la gente que me rodeaba. A valorar a mi familia y a mis vecinos, sus sacrificios, sus valores, su lucha por el día a día. A saber que para la inmensa mayoría de las personas nada es gratis y que sólo con nuestro esfuerzo y perseverancia llegaremos a la meta que nos propongamos.

Ahora miro otra vez el mando del climatizador, ….que gran invento......y cuanto hemos perdido por su culpa.