martes, 30 de julio de 2019

¡¡ VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN !!


   Y de repente, un sol cálido de julio ilumina toda la cubierta entablillada de la Grúa a la vez que unos toldos amortiguan su luz cegadora y hacen que la temperatura bajo ellos sea muy refrescante. La Grúa, engalanada, empavesada que dirían sus marineros, izando todas las banderas y gallardetes de los códigos de señales envergadas a espacios regulares, en un nervio que va desde el torrotito al coronamiento, de forma que tengan cierta uniformidad y presenten una agradable y vistosa combinación de colores: rojas y blancas, después azules y blancas, luego las demás, siempre intercalando un gallardete cada 3 ó 4 banderas cuadras. 

   Hoy es un día grande para los marineros y los de la Grúa Flotante de 80 Tm no van a ser menos. Hoy para los trabajadores de la mar, ya puedan ser creyentes o no creyentes, es la Patrona, es la Virgen del Carmen, … La misma que casi todos llevan  tatuada, o portan en forma de medalla o guardada una imagen en su cartera muy cerca de la foto de los suyos. La misma que cuando la mar decide embravecerse, cuando se vuelve soberbia y no quiere que la naveguen, los marineros apretarán junto a su pecho rogándole que les deje llegar a puerto una vez más. Dura profesión y grandes sus gentes. 

   Bajo los toldos unos manteles blancos relucientes cubren unos tablones que hacen de mesa. Sobre los manteles, se ven apetitosos platos con pescados frescos, ensaladas, mariscos, … No faltan las garrafas de vino en cristal cubiertas de mimbre y las gaseosas La Casera para las señoras y los niños. 

   En una esquina, Sorroche con la ayuda de mi padre elabora un arroz “a banda “ cuyo olor despierta el apetito. Un poco más allá, Diego “El Gitano”, prepara sobre unas anafres unos espetos de sardinas. Tomé y “El Pintarroja” van colocando sillas y banquetas de todas las formas alrededor de las mesas. Joseito está atento a la barcaza para cuando lleguen los rezagados o Don Damián, el capitán. Paquillo “El Faratabaile” está en todas partes, a todos da conversación y para todos tiene la sonrisa cariñosa o el chiste de diferentes tonos, temas y formatos. Con un porte señorial, el único que lleva corbata aunque en mangas de camisa, que por una vez ha dejado la chaqueta perfectamente colgada en su taquilla, el “Tío” Emilio, Don Emilio Calabuig, jefe de máquinas, querido y respetado por todos porque a pesar de su a veces mal humor cuando hay que echar un paso adelante él será siempre el primero, hombre de oficio que sabía como pocos de la mar y de sus máquinas. Todos los hombres llevan un pitillo colgando de los labios mientras cocinan o hablan, y los que no, ya están cogiéndolo de la cajetilla. 

   Tras dejar la estacha, sube por la escala de gato Don Damián, el capitán, apodado cariñosamente por todos como “El Catalán”.Hombre sabio en cosas de la mar y justo, honrado y generoso en el trato a sus hombres, razón que le hace acreedor del respeto y el aprecio de todos ellos… Pronto, es uno más, en las faenas de ese día grande. 

   Las mujeres se acomodan y charlan de sus cosas recordando ¿cómo no? los malos tiempos pasados ese año con aquellos temporales de levante, de sus inquietudes y temores cuando la Grúa sale a la mar o de las lágrimas vertidas sobre el puerto cuando traían a sus maridos o hijos comida en un portaviandas metálico para ver si de alguna forma se lo podían hacer llegar… No son pocas, las que cuentas sus partos o enfermedades en solitario por estar sus allegados embarcados, … charlas de tristeza, de una vida muy dura, tan dura como la de sus marineros o más. Pero siempre llenas de esperanzas, fe e y alegrías en días como hoy. Entre todas ellas, una morena destaca por su belleza, su chispa y su buen humor contagioso… De pronto de sus labios sale una canción que hace que todos vuelquen la atención en ella. “El Faratabaile” coge una vieja guitarra y la acompaña en su cante, … un cante que sale del alma y llega al corazón… 

“Reina y Señora del Mar”,
Tú que vas por esos mares,
hazle llegar esta salve,
a los que en el cielo están.

Y siempre de madrugá,
quién lo iba a imaginar,
salieron de tierra firme.
Se los llevó el temporal.
………...
Diles Tú, Carmen Divina,
que desde que faltan ellos,
dentro de mi corazón,
llevó clavada esa espina.

Hoy yo les quiero cantar:
Virgen del Carmen Señora,
quiero cantar en memoria
de los que en el cielo están.

……….. 


   Los aplausos, los oles, y no pocas lágrimas, llegan desde Grúa y desde el bordillo del puerto donde a escucharla se han convocado muchos  pescadores… Es Maruja, María del Carmen, hermana de un pescador que se llevó la mar y mujer del maquinista más guapo de la Grúa. Es mi madre. 

   Los niños, porque hay más niños aunque yo no los vea, corretean y juegan por cubierta aprovechando las muchas oportunidades imaginativas que da lugar todo lo que por allí hay. Yo me he subido al puente de mando y desde el tubo intercomunicador no paro de dar pitidos y órdenes a la sala que máquinas ahora vacía. No puedo dejar de imaginar que gobierno aquella formidable nave y la dirijo al mejor rumbo para llegar a buen puerto. Toda una referencia de lo que años después tendría que hacer con mi vida… 

   Y entonces llega la hora de sentarse a comer, las risas, las historias, las bromas, las canciones, ...no enturbian para nada el buen apetito. El arroz, como no iba a ser menos, es una obra de arte como sólo Sorroche sabe hacerlas. El vino, aunque con casera para las señoras y los niños, aumenta sin duda ese ambiente de alegría, de felicidad. Yo los veo a todos desde aquel puente de mando, veo a mi padre grande y fuerte, con aquel pelo extraordinario y aquel bigote a lo Clark Gable que tan de moda estaba. Veo a mi madre, guapa no, reluciente. Los veo juntos, con el brazo de mi padre sobre sus hombros. Rodeados de gente buena que hacen de la amistad un compromiso inmortal. Son gente con valores, sentimientos, …como pocos. Tal vez, hoy, alguien diría que ya no los hay… pero en contra tengo que decir que sus hijos aprendimos de ellos y no tengan la menor duda que aprendimos bien. 

   El primer rayo de luz de la mañana me despierta, … todo ha sido un sueño. Pero les aseguro que hoy, 16 de julio de 2019, mi santo por Carmelo, este sueño va a ser mi mejor regalo. El sueño y saber que mi mujer, mis hijos, mis hermanos, … siguen aquí a mi lado. 

   ¡¡ Viva la Virgen del Carmen !!