domingo, 22 de abril de 2018

LLEGAMOS A UNAS EDADES....

Le llaman falta de ánimo..... yo le llamo recuerdos.
Le llaman falta de ilusión..... yo le llamo nostalgia.
Le llaman depresión...... yo le llamo melancolía.
Le llaman vejez.... yo, también le llamo vejez.


“Llegamos a unas edades” decía con inmensa sabiduría mi suegro, Paco Navas, cuando quería justificar un determinado estado de ánimo o la ausencia de inquietudes o deseos.

Y es que llegamos a unas edades ….a las que llegar no es poco, pues a nada que uno mire alrededor se da cuenta de cuántos no han siquiera llegado. Pero también llegamos a unas edades en las que una inmensa mayoría de las cosas que antes te ilusionaban, te frustraban si no las conseguías, incluso perdías el sueño pensando en ellas, ahora te resultan de lo más absurdo preguntándote por qué perdiste tanto tiempo en ellas.

Tiempo…..a lo mejor - o a lo peor - se trata de esa maldita dimensión que el ser humano nunca ha llegado a dominar. Tiempo en el que ves lo que has hecho, lo que no debiste hacer, lo que deberías haber hecho. Tiempo en el que te ves viviendo y sintiendo lo mismo que criticabas a tus padres cuando iban cargados de medicamentos a cualquier parte, cuando hablaban de lo que les dolía o de sus últimos resultados en sus pruebas médicas que no vaticinaban nada bueno. Tiempo en el que tu familia se empeña en que no envejezcas y pretenden que seas un viejo rockero y hasta deportista a pesar de que te cuesta levantarte del sofá o salir del coche. Tiempo en el que descubres que lo que más te apetece no es salir de copas o ver espectáculos sino leer una buena novela. Tiempo en el que todas las lágrimas que antes contenías con tu propia fuerza ahora se derraman sin poder contenerlas de forma alguna. Tiempo en el que recuerdas lo que hiciste hace años ….pero te olvidas de lo de hace un momento ...o de lo que aprendiste en el bachiller. Tiempo que te falta para mirar hacia adelante, para hacer proyectos, …...porque es eso, precisamente eso, lo que ya no tienes. Tiempo…..

Bien es cierto que nuestra actitud condiciona muchas veces la forma de vivir ese tiempo, pero no por ello el tiempo perdona y te concede más. Por mucho que ahora pretendamos vivir en una eterna juventud - mental y física -, por mucho que los descubrimientos médicos pretendan alargar esa etapa juvenil nada impedirá al maldito tiempo cumplir su cometido e ir deteriorando tus estructuras, tus sentidos, ….y hasta tus sentimientos. Y cuando lo consigue, entonces te conviertes en un viejo,... con toda su crudeza. Un viejo para tu familia a la que supones un lastre para poder ellos seguir viviendo su “eterna juventud”, un lastre para la sociedad que tiene que pagar tus caros medicamentos, las personas que te atiendan o la residencia a la que te mandarán…… porque ellos – ley de vida – han de seguir su camino juvenil y alcanzar uno y mil proyectos para los que necesitarán muchas, muchísimas, cosas que luego el tiempo las descubrirá inútiles.

Sólo hay una cosa que puede, por lo menos y mientras haya memoria, hacer que el tiempo más corto o más largo sea otra cosa: SER LO MEJOR QUE PUEDAS PARA LOS DEMÁS Y PARA TI. Y dentro de ello está no ser un incordio, no estar quejándote constantemente, no pretender ser el centro alrededor del cual deba girar la vida de tu familia, no dejar de darte ningún capricho porque te vaya a sentar mal o no te quede tiempo…..otra vez el tiempo.

Mi suegro era un tipo sabio ”...llegamos a unas edades...” decía. Yo no sé si seré más o menos listo pero si he leído a muchos listos, a muchos sabios. Uno de mis favoritos, Don Albert Einstein, decía: “El tiempo es una ilusión”, ahí lo dejo.