martes, 20 de junio de 2017

JUNIO, ....19 POR MÁS SEÑAS.



Con el respeto y consideración debidas, hoy, 19 de junio del año de gracia de nuestro Señor de 2017, un servidor tiene la fortuna y el atrevimiento de cumplir 61 añazos.

Dicho así, suena retórico pero es que una vez pasada la barrera – impresiona, eh- de los sesenta, uno escribe ya a sabiendas de que sus posibles lectores van a tener la generosidad y la bonhomía de perdonarle casi todas sus tonterías ( ...anda, hasta me ha salido un pareado…).

Buen día para echar 365 días la vista atrás y recordar que hace un año mi familia y mis amigos me demostraron todo su cariño haciéndome una fiesta muy especial que siempre llevaré en mi corazón….Aunque siguieran sin regalarme el Jeep Wrangler ni la Triumph Bonneville, que todo hay que decirlo.

Desde aquellos 60 a este 61 han pasado no pocas que me gustaría comentar aunque sea someramente:

Mi mujer ha seguido siendo uno de los grandes regalos que Dios me ha dado en esta vida. Con ella mi vida tiene un nombre: Teresa. No sé que clase de pacto ha hecho con la naturaleza pero un servidor cada día la encuentra más bonita y sigo perdiéndome en sus ojos como aquellos primeros días en el barrio cuando éramos unos críos …..adolescentes y ni podíamos soñar cuanto íbamos a compartir ...y cuanto nos gustaría seguir compartiendo. Como dicen los salseros: ...¡¡¡ asuca !!!

Mi hijo Manuel y mi nuera Noelia alcanzaron uno de sus sueños y ahí los tienen Vdes. como flamantes profesores de la Facultad de Educación de la UMA, con su chalecito en ese precioso pueblo que es Cártama donde Brus, su perro, duerme plácidamente los días de invierno junto a una bien servida chimenea. Para sorpresa nuestra, hace apenas unas horas, mi hijo Manuel ha tenido que acudir con traje de chaqueta y corbata a las puestas de insignias de sus alumnos-as en cumplimiento de sus obligaciones como vicedecano. Hecho histórico para nuestra familia que muchos creíamos imposible de llegar a vivir….Obviamente me refiero a lo de Manuel con traje, chaqueta y corbata.

MI hija Marina sigue siendo toda una leona que no se rinde ante nada. Tal vez no lo sepa pero envidio su entereza, su dedicación a su trabajo, su profesionalidad que haría sentirse más que orgulloso a su abuelo Manolo. También envidio como quiere y cuida a su perro Meeko, el “marqués de la casa”. De este último fichaje sólo puedo decir que nos ha cambiado la casa y la vida. Ahora todo hemos de ponerlo fuera de su alcance y adaptarnos a su horario de “pipises y cacotas”. Eso sí, él nos lo devuelve mordiéndonos zapatos y chanclas -incluso con el pié dentro- lamiéndonos todo lo que pilla, trayéndonos sus juguetes para que le hagamos caso y poniéndose muy formalito en la cocina cuando sabe que puede caer algo de comida humana....la que más le gusta. También nos da unas enormes bienvenidas cuando volvemos a casa que hasta ahora -todo hay que decirlo- nadie nos había dado.

Mi hermano Juanma sigue por ahí feliz y contento con sus proezas atléticas y eso que ya no tiene edad….. Por esta razón, para mantenerse más joven aún, se ha comprado un Toyota híbrido con el que fardar tanto o más que con su pedazo de moto. Vehículos ambos que espero pronto dejará disfrutar al cineasta de la familia, mi sobrino Miguel. Por su parte, Mi cuñada Pili ha tenido oportunidad de demostrar a unos cuantos su enorme fortaleza con quienes se atrevan injustamente a tratarla dando ejemplo de que en esta familia “semos nobles pero brutos” y haciéndonos sentir orgullosos de su entereza.

Nuestra Gema se nos ha casado con un buen chico….un tal Paco ...¡¡ con el que llevaba diez años de convivencia !! Vamos, la madre de todas las bodas donde no sólo los novios “fueron felices y comieron perdices” sino que lo fuimos toda la familia, los que por aquí estamos y los que andan por ahí. Por cierto, preciosa ceremonia y una fiesta en que con orgullo pudimos comprobar cuanta gente quiere de todo corazón a esos dos “monstruos” como son Paco y Gema a los que se sumo Beda que ya está dando sus primeros pinitos en el cante.

Nuestros amigos Pedro y Tere, casaron a su hija Alicia con Nacho, una maravillosa pareja, ceremonia que tuvimos el privilegio de compartir allá por los madriles en un acto entrañable lleno de extraordinarios sentimientos y sensaciones como no podía ser de otra manera entre tanta buena gente. 

Y hablando de los madriles, además de volver a ver tantos rincones llenos de tantos recuerdos, fui a despedirme de mi Vicente Calderón... aún me corren las lágrimas de emoción cuando recuerdo sus gradas rojiblancas. Por siempre Atleti....

Ahora, permítanme que mire un poquito, sólo un poquito por prescripción facultativa, hacia adelante y que antes de soplar las velas tenga la travesura de convertir los 61 en 16 y con el testigo cariñoso de mi familia y mis amigos de siempre, pida al Dios de todos que nos dé paciencia, mucha salud, sonrisas a destajo, buenas bebidas y mejores comidas y, sobre todo, que todo ello sigamos compartiéndolo unidos. 





Carmelo Fernández Millán